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viernes, 26 de agosto de 2011

Más de 170.000 chilenos marchan otra vez contra Piñera

El Gobierno chileno dijo esta noche que las marchas convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) congregaron a 175.000 personas en todo el país y los representantes sindicales calculan que fueron 600.000 manifestantes.

Los datos presentados por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, en al Palacio de La Moneda, indican quién que 210 personas fueron detenidas en todo Chile, y de estos 140 en la región Metropolitana de Santiago.

Respecto a los lesionados, Ubilla indicó que 25 carabineros resultaron heridos en los incidentes y solo un civil, aunque no especificó si todos los policías lesionados corresponden a las escaramuzas registradas en la capital chilena.

Frente a los hechos de violencia ocurridos después del término de las marchas, en el marco del segundo y último día de paro nacional convocado por la CUT, el subsecretario del Interior sentenció que "los encapuchados ya se han vuelto una costumbre".

El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, dijo a los periodistas que "este paro no ha significado ningún beneficio para nuestro país, todo lo contrario, mucho dolor y sufrimiento para muchos compatriotas, un retroceso interno en la imagen externa de nuestro país."

El presidente de la CUT, Arturo Martínez, afirmó hoy en rueda de prensa que tiene la esperanza de que el Gobierno, "después de este golpe (marchas) que ha recibido, logre reflexionar y se abra a conversar para buscar una salida a la actual situación".

Huelga nacional

El paro fue convocado por la central sindical bajo una plataforma de demandas que van desde reformas a la Constitución hasta un aumento de impuestos a las empresas, de un fondo de pensión estatal y más recursos para Salud y Educación.

"Hemos dicho que no nos gusta el Chile que tenemos, que no compartimos el Chile que se ha venido construyendo y para ello es fundamental una nueva Constitución Política del país, que cambie el sistema electoral, que contemple el requisito para solucionar los grandes problemas", argumentó el dirigente.

Martinez sostuvo que "estamos contentos porque esta convocatoria no le pertenece a nadie, sino a los trabajadores y a las personas que se movilizaron, Fueron 600.000 en todo el país".

La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (FECH), Camila Vallejo, quién también participó de la marcha junto a miles de estudiantes, dijo que "si el Gobierno quiere diálogo, tiene que reconocernos como contraparte válida".

Criticó a las autoridades que afirmaron que los trabajadores se colgaron del movimiento estudiantil, que lleva tres meses en demanda de una mejor educación pública, al señalar "que quién dice que los trabajadores se cuelgan, cae en un error".

Vallejo hacía alusión a las declaraciones del portavoz de la Presidencia, Andrés Chadwick, quién afirmó que la CUT "se apoya en el movimiento estudiantil", pues su capacidad de movilización es prácticamente nula, sobre la base de que las actividades en el sector industrial, el comercio y otras áreas productivas han sido prácticamente normales, según dijo.

"La verdad es que siempre hemos estado juntos. La demanda de los estudiantes es una demanda social, la reforma a la educación, que es una reforma estructural que tiene que ver con una demanda del pueblo chileno, es una demanda de nuestras familias", remató la líder de los estudiantes universitarios.

Alrededor de las 21.00 horas (00.00 GMT del viernes) se volvió a escuchar el "caceroleo" en varios ayuntamientos de la capital chilena y en otras ciudades del país en apoyo del movimiento sindical y estudiantil, aunque no con la intensidad de otras jornadas.

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