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miércoles, 24 de agosto de 2011

El Zoo de Barcelona vuelve a tener ejemplares de hiena 25 años después


Dó ienas en pleno asto sensual

A pesar de que tienen siete años, aún no tienen nombre: son dos ejemplares macho de hiena manchada que se han convertido en los nuevos residentes del zoo de Barcelona que, 25 años después, vuelve a contar con individuos de esta especie con tan mala prensa.

La alcaldesa accidental de Barcelona, Sonia Recasens, ha presentado hoy los dos ejemplares de Crocuta crocuta, llegados el 12 de agosto desde el zoo de Jaszbereny (Hungría) y que forman parte de un programa del grupo de trabajo de cánidos de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios para incrementar la presencia de esta especie, que ha perdido peso en las colecciones europeas.

Los nuevos residentes son dos machos nacidos en cautividad, dos ejemplares de unos 90 centímetros de altura y entre 50 y 60 kilos de peso (pueden llegar a pesar unos 80 kilos, más en el caso de las hembras, que son de mayor tamaño que sus congéneres).

Recasens ha mostrado su satisfacción porque el zoo de Barcelona cuenta de nuevo con ejemplares hiénidos, familia de mamíferos carnívoros que no estaba representada en la Ciutadella, y que desde hoy mismo estarán visibles para el público.

Las hienas suelen vivir de media entre 15 y 20 años, aunque en algunos casos pueden llegar hasta los 30.

Las dos nuevas hienas, nacidas en cautividad, son del mismo género ya que en estos programas es preferible que en una primera fase se introduzcan animales de un mismo sexo, para que más tarde se incorporen, en este caso, las hembras.

Los dos ejemplares han llegado a Barcelona sin nombre, por lo que, ha adelantado Recasens, se estudiará si se abre un proceso participativo para que los ciudadanos puedan dar ideas para bautizarlos.

La reducción de la presencia de ejemplares de hienas en los zoos ponía en peligro la variabilidad genética de la población cautiva, lo que podía dificultar la puesta en marcha de posibles programas futuros de cría, e incluso podría comportar -como ha ocurrido con otras especies- su desaparición de las colecciones europeas a medio término.

Atendiendo a esta recomendación, Barcelona, que ostenta la vicepresidencia del grupo de trabajo de cánidos, se ha planteado ahora alojar una colección de hienas con objeto de ayudar a la conservación de esta especie en los zoológicos europeos, así como por el atractivo de estos animales para los visitantes.

Aunque en general, las hienas son conocidas como carroñeras -uno de los motivos de su mala fama entre el hombre- la especie de la Crocuta crocuta mantiene una dieta depredadora en un cincuenta por ciento, e incluso es capaz de capturar presas de un tamaño considerable.

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