Washington, 23 ago (PL) El sector asegurador estadounidense concentra hoy la atención en el huracán Irene, capaz de convertirse en el primer fenómeno de ese tipo que arriba al país en los últimos tres años.
Para las agencias especializadas, la proximidad del meteoro y los efectos de un eventual impacto en el territorio norteamericano constituyen factores que actúan a favor de una reactivación de esa industria.
Tras el huracán Ike en el 2008, el país disfruto de un entorno moderado en materia de desastres, lo cual se reflejó en los beneficios de las firmas aseguradoras y reaseguradoras.
Cabe recordar que el 2011 se perfila como un año costoso de la actividad mencionada, toda vez que a nivel global las pérdidas se estiman ya en unos 90 mil millones de dólares.
Esa cifra es 20 por ciento superior a las afectaciones combinadas reportadas en el 2009 y 2010.
En opinión de analistas del sector, un huracán como Irene podría tener un impacto alcista significativo en el comportamiento de las tasas aplicadas a las pólizas.
Bajo esas condiciones, el efecto de Irene estaría sujeto a la fuerza que alcance y el lugar donde impacte en la geografía estadounidense.
Los estimados del Centro Nacional de Huracanes mencionan a Carolina del Sur como el sitio donde el fenómeno podría tocar tierra el sábado próximo.
De esa forma, la aproximación del meteoro colocaría a las aseguradoras ante la posibilidad de suspender la contratación de nuevas pólizas y la aplicación de restricciones a las existentes.
Para las agencias especializadas, la proximidad del meteoro y los efectos de un eventual impacto en el territorio norteamericano constituyen factores que actúan a favor de una reactivación de esa industria.
Tras el huracán Ike en el 2008, el país disfruto de un entorno moderado en materia de desastres, lo cual se reflejó en los beneficios de las firmas aseguradoras y reaseguradoras.
Cabe recordar que el 2011 se perfila como un año costoso de la actividad mencionada, toda vez que a nivel global las pérdidas se estiman ya en unos 90 mil millones de dólares.
Esa cifra es 20 por ciento superior a las afectaciones combinadas reportadas en el 2009 y 2010.
En opinión de analistas del sector, un huracán como Irene podría tener un impacto alcista significativo en el comportamiento de las tasas aplicadas a las pólizas.
Bajo esas condiciones, el efecto de Irene estaría sujeto a la fuerza que alcance y el lugar donde impacte en la geografía estadounidense.
Los estimados del Centro Nacional de Huracanes mencionan a Carolina del Sur como el sitio donde el fenómeno podría tocar tierra el sábado próximo.
De esa forma, la aproximación del meteoro colocaría a las aseguradoras ante la posibilidad de suspender la contratación de nuevas pólizas y la aplicación de restricciones a las existentes.
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