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lunes, 15 de agosto de 2011

Cristina Fernández arrasa en las primarias argentinas


La presidenta argentina, Cristina Fernández, ganó las elecciones primarias celebradas este domingo en el país para definir los candidatos de los comicios generales del próximo 23 de octubre.

La peronista Fernández, que opta a la reelección, es seguida por Ricardo Alfonsín y el ex mandatario Eduardo Duhalde (2002-2003), del peronismo disidente al Gobierno.

La presidenta de Argentina ha ganado las inéditas elecciones primarias del domingo con cerca del 50% de los votos, una vez escrutado el 94% de las papeletas.

Fernández, líder del peronista Frente para la Victoria, quien opta a renovar su mandato en las elecciones generales de octubre, ampliaba a casi 38 puntos porcentuales su ventaja sobre el segundo, sitial en el que hay un escasa diferencia entre dos candidatos opositores.

Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), de la Unión para el Desarrollo Social (UDESO), una coalición de la socialdemócrata Unión Cívica Radical con sectores del peronismo disidente, logra el segundo puesto con el 12,2% de los sufragios frente al 12,17% en favor del exmandatario Eduardo Duhalde (2002-2003).

Ni los más optimistas anticiparon que la jornada cívica de este domingo sería tan apacible y que el índice de participación ciudadana llegase tan alto.

Más aun, tomando en cuenta que se trataba de elecciones primarias, un proceso que por primera vez se aplica en el la Argentina. "Vine a votar con gusto. Me parece genial la idea de hacer una eliminatoria, para que no lleguemos a octubre con decenas de candidatos que no tienen la menor chance de ocupar un cargo", dijo a El Mundo, Eduardo Palma, un estudiante que participaba por primera vez en una elección.

El joven votante se refería al nuevo sistema, mediante el cual sólo los pre-candidatos que superaron el 1,5% del total de los votos válidos, podrán participar en las elecciones generales del 23 de octubre. En esa fecha se designará al próximo -o próxima-- presidente; a quienes han de ocupar los 154 escaños que se renuevan en el Congreso; al gobernador de Buenos Aires y a un sinnúmero de intendentes (alcaldes).

El proceso para seleccionar a los candidatos a presidente fue el que concitó el mayor interés. Nadie dudaba que Cristina obtuviera el mayor número de votos, como venían presagiando las encuestas e incluso sus adversarios. Lo inquietante para su equipo era si la ventaja que le sacase a sus rivales -nueve en total- sería suficiente para espantar al fantasma de la segunda vuelta.

Más de 30 puntos de diferencia

Cristina Fernández, líder del peronista Frente para la Victoria, ha logrado una ventaja de casi 38 puntos porcentuales sobre su segundo competidor, Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), de la Unión para el Desarrollo Social (UDESO).

En tercer lugar quedó el ex mandatario Eduardo Duhalde. El principal atractivo de Duhalde es haber sido el presidente que logró gobernar a la Argentina en los turbulentos días y meses que siguieron a la crisis del 2001 y quien comenzó a enderezar la economía. Sus adeptos afirman que sin las bases que sentó Duhalde, Argentina no hubiera crecido como lo ha hecho en el período de los Kirchner.

En cuanto a Ricardo Alfonsín, es tan parecido a su difunto padre, el ex presidente Raúl Alfonsín; que algunos los confunden. Su discurso no apela a las pasiones, como el de los kirchneristas, sino al intelecto de quienes sueñan con un país en el que se respetan las instituciones y en el que existe una clara división entre los poderes del Estado.

Las flamantes elecciones primarias también sirvieron para designar los candidatos a gobernador de Buenos Aires, la provincia más populosa y a la vez más conflictiva de Argentina.

Todos los pronósticos apuntaban a que el oficialista Daniel Scioli, gobernador en funciones, obtendría la primera votación en un distrito dominado desde hace décadas por el peronismo (ahora por la corriente 'kirchnerista' de ese movimiento).

De acuerdo con los datos que maneja el canal América TV, Scioli logró su objetivo. En segundo lugar se ubicó Francisco de Narváez, el camaleónico pre-candidato de UDESO, quien dependiendo del público al que se dirige o de cómo soplan los vientos políticos, aparece como peronista, como neoliberal y la mayoría de las veces como un híbrido de ambas corrientes.

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