Un fotógrafo de prensa ha recibido un disparo en la pierna y otras dos personas han resultado heridas en los enfrentamientos librados entre protestantes y católicos en Belfast, en la zona de Short Strand, por segunda noche consecutiva.
La Policía dice que en esta segunda noche de enfrentamientos alrededor de 700 personas lanzaron objetos incendiarios en el centro de la ciudad.
El fotógrafo, de la agencia británica Press Association, recibió un disparo cuando fotografiaba las revueltas. De acuerdo con las declaraciones de varios testigos, en una decisión inusual, la Policía recomendó a los fotógrafos y cámaras de prensa que cubrían las revueltas que se mantuvieran fuera de la zona conflictiva "por su propia seguridad".
La noche anterior otras dos personas reultaron heridas por quemaduras, según la Policía. Esa noche, unas 500 personas, muchos de ellos jóvenes con los rostros cubiertos, arrojaron ladrillos, fuegos artificiales y bombas de combustible en la zona de Short Strand, un enclave católico en la zona predominantemente protestante del este de Belfast.
La Policía respondió lanzando granadas de humo. Dos hombres fueron hospitalizados con heridas de bala después de que ambos bandos dispararan armas de fuego.
El estallido de violencia llega en el comienzo de la temporada de marchas en Irlanda del Norte, una época en que los protestantes realizan desfiles que en el pasado dieron lugar a violentas protestas de los católicos.
"No puedo recordar en la última década una situación como esta en Short Strand", dijo Colm McKevitt, un legislador del partido nacionalista irlandés SDLP en el parlamento regional, a la televisión estatal irlandesa RTE.
"Estos acontecimientos no auguran cosas buenas para la ciudad en el comienzo de la temporada de desfiles, tras unos años relativamente buenos", añadió.
El origen de las revueltas
La policía culpó del inicio de los disturbios a miembros de la Fuerza Voluntaria del Ulster (UVF, por sus siglas en inglés), en el pasado uno de los grupos paramilitares pro británicos más letales de Irlanda del Norte.
El UVF dijo hace dos años que había completado la entrega de sus armas, al igual que hicieron otros grupos militantes tras el acuerdo de paz de 1998, que terminó con tres décadas de violencia en la provincia controlada por Gran Bretaña.
Irlanda del Norte fue devastada durante los violentos 'Troubles' (enfrentamientos) entre leales protestantes, que quieren continuar siendo parte de Gran Bretaña, y republicanos principalmente católicos que quieren unirse a Irlanda.
El acuerdo de paz despejó el camino para un gobierno compartido entre leales y republicanos. La violencia disminuyó con los años, pero existen aún grupos armados disidentes.
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