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miércoles, 22 de junio de 2011

En Brasil, Peñarol va hoy tras la conquista de su sexta Copa Libertadores



"Se precisa una noche de esas…", reflexionó Diego Aguirre, y dejó que el pensamiento quedara estirándose en el aire, sin palabras, en forma imaginaria, para luego ir más a lo específico, a lo concreto. A lo que refiere a la segunda final de la Copa Santander Libertadores que Santos y Peñarol jugarán esta noche en el estadio Pacaembú de San Pablo: "Se precisa un partido `a lo Peñarol`", agregó el entrenador, lo que hizo que cualquier tipo de interpretación "libre", quedara a un lado.

Más allá del lógico y entendible debate que siempre plantea la cita de ese "a lo Peñarol" en el ámbito del fútbol uruguayo, porque la gente aurinegra la maneja con orgullo y la de sus rivales niegan y desacreditan que se trate de un "fenómeno" propio de Peñarol y, más aún, que tenga dimensiones tangibles y reales, haga desde donde se haga la lectura, la definición de un protagonista directo de esta revancha del partido de ida que terminó la semana pasada empatada 0 a 0 en el Estadio Centenario es muy clara.

EXIGIDO. Es decir, desde que no pudo cumplir con el mandato histórico que impone ese código no escrito que rige las definiciones en partidos de ida y vuelta, sobre todo desde la creación de la hoy Copa Santander Libertadores hace ya 51 años, que dice -y casi exige- "la primera en casa", y teniendo en cuenta que tiene enfrente a un equipo con figuras ofensivas excluyentes, desequilibrantes, como es el caso de Neymar y Elano, y que en el plano defensivo se muestra compacto y solidario por el perfil que le ha dado un entrenador pragmático como Muricy Ramalho, Peñarol lo que necesita hoy para conquistar su sexta Copa Libertadores no es ni más ni menos que una hazaña.

Es que Santos, por ser el local que ya empató de visitante, al menos a priori, es favorito. Y para dar vuelta ese escenario, a Peñarol esta vez no le basta con una gesta como las que -aún perdiendo- se mandó ante Universidad Católica en Santiago y contra Vélez en Buenos Aires.

Ahí es donde encaja, entonces, el pensamiento de Diego Aguirre al manejar el conocido -aunque polémico- "a lo Peñarol": en esta ocasión, a semejanza de lo que ocurrió ante el también linajudo Inter de Porto Alegre -campeón de la pasada edición de la Copa- en la segunda fase, los aurinegros deben ganar; algo que, a estar por las circunstancias, sería una proeza. De las de verdad, de las grandes, no de las que para concretarlas basta con -jugando bien y dejando el alma, claro- meter un "golcito" de visitante, sino de las otras; esas como las que otros Peñarol, con su misma camiseta y mística, acaso, hicieron en forma casi increíble, tres veces -1966, 1982 y 1987- en Santiago de Chile.

argumentoS. Ahora bien; no todos los argumentos que puede esgrimir Peñarol para creer en que la victoria es posible, aunque para nada fácil, están guardados en el baúl del pasado y salen a la luz en las viejas y fotos y más modernos murales de la concentración de Los Aromos y el Museo de la sede de la calle Magallanes.

Ya lo dijo nada más ni nada menos que el mismísimo Pelé: "Peñarol es un equipo muy guerrero, la serie está abierta, no hay que dar nada por ganado"; y en el mismo sentido habló el técnico Muricy Ramalho: "Peñarol es un equipo muy organizado, así que va a ser un partido muy duro, hay que jugarlo, no confiarse".

"Tenemos cosas muy fuertes de las que agarrarnos", comentó Diego Aguirre, por su parte; y son antecedentes más inmediatos, como el partido que Peñarol jugó frente al Inter de visitante, como también otros aspectos que hacen a la confrontación de esta noche y que son muchísimo más actuales.

En ese sentido, es notorio que -aún habiendo perdido cuatro partidos sobre seis en esa condición- Peñarol se ha movido bien, y hasta mejor que de local, jugando de visitante; y es claro que Santos ahora tendrá la responsabilidad de ganar en su casa, con el aliento -y eventualmente- la presión de su hinchada, ante un rival que se cerrará más que en el partido de ida y que, a la hora de pasar al ataque, muy probablemente podrá manejar el arma del contragolpe de Martinuccio sin la traba de una marca tan personalizada como la que el equipo brasileño le puso al delantero argentino en el encuentro del Centenario.

Por todo eso, pues, es cierto: Peñarol precisa una hazaña; y para lograrla tiene que hacer valer en la cancha del Pacaembú algo futbolísticamente más tangible que la mística que hace fuerza desde el pasado.

ATENCIóN A ....

Paulo Henrique Ganso

Es el volante generador de juego que se asocia a la perfección con Neymar. Con sus jóvenes 21 años ya se convirtió en figura en Brasil gracias a la precisión que tiene en la elaboración. Sus pases terminan siendo decisivos porque superan las líneas defensivas.

Darío Rodríguez

Se ha convertido en uno de los bastiones del equipo merced a su inquebrantable fe y a su lucha constante contra los más encumbrados adversarios. Va al frente con fuerza y termina convirtiéndose en jugador de cuidado para los adversarios.

Ficha del partido:

Santos : Rafael; Danilo, Durbal, Edu Dracenas, Leo; Arouca, Adriano, Elano, Ganso; Neymar, Ze Eduardo. DT: Muricy Ramalho.

Peñarol : Sosa; González, Valdez, G. Rodríguez, D. Rodríguez; Freitas, Aguiar, Corujo, Mier; Martinuccio, Olivera. DT: Diego Aguirre.

Hora : 21:50 URUGUAY - 20.50 USA ESTE - 2.50 EUROPA

Es tadio : Pa caembú.

Árbitro : Sergio Pezzotta.

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