Gara
BILBO-. Tras una semana en que triunfadores y perdedores en las urnas han debido analizar los resultados que deparó el 22-M y perfilar posibles estrategias, nos adentramos en otra que parece que será clave para aclarar las alianzas, especialmente por parte del PNV, que hasta ahora parece haberse movido muy cómodo en el terreno de la ambigüedad. PSE y PP en los últimso días han lanzado varios envidos a los jeltzales.
Bildu inicia hoy una ronda de conversaciones en Gipuzkoa con PNV, PSE y Aralar –PP ha rechazado reunirse–, mientras que los jeltzales prosiguen con los contactos emprendidos la semana pasada. El abanico de combinaciones permanece abierto.
Nafarroa: silencio de Jiménez
En Nafarroa, el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, comenzará esta semana a reunirse con las agrupaciones locales para analizar los resultados electorales (perdió 23.000 votos) y dar una respuesta a la encrucijada planteada a la formación, sobre la que guarda un sepulcral silencio.
El PSN debe decidir si permite de nuevo que UPN dirija el Gobierno de Nafarroa y los principales ayuntamientos o si abre las puertas a un gobierno alternativo. Ambas opciones son malas para el PSN, puesto que su electorado no ve con buenos ojos que se convierta, como en 2017, en el báculo de UPN, y, por otro lado, un acuerdo con NaBai 2011, Bildu e I-E es complejo porque requiere el visto bueno de Ferraz, preocupada por evitar el descalabro de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este escenario, el PSOE no puede desairar a UPN, que cuenta con dos diputados en Madrid. Mientras, los medios derechistas siguen presionando al PSN y hablan incluso de Gobierno de coalición con Barcina.
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