Desde 2005 existe el rumor. Pero es ahora cuando parece que el sistema de Google para pagar a crédito -o débito- a través del teléfono está a punto de ver la luz. La diferencia con otras iniciativas similares es que la de la compañía del buscador pretende hacer del teléfono de cada comprador una tarjeta de crédito mientras, por ejemplo, Square, apuesta por convertir los móviles -o 'tablets'- de los vendedores en terminales de pago con tarjeta. O, mejor dicho, Google aspira a que en su aplicación para pagar con teléfonos Android quepan todas las tarjetas de crédito o fidelización del cliente que normalmente se acumulan en la cartera.
Por el momento, en la primera prueba de la compañía, el sistema admite un tipo de tarjeta de MasterCard, otra de prepago de Google y varias de regalo de los comercios que se han adherido a la prueba. Así, si la tienda está preparada, bastará con acercar el teléfono a un terminal específico y completar el pago con el número secreto correspondiente. La aplicación lo confirmará y el comercio podrá, además, mostrar información adicional como ofertas, puntos o cualquier otra. Para el cliente, por supuesto, el uso es gratuito. Para los comercios adheridos, por ahora, también.
Google Wallet es tan seguro como una tarjeta de crédito. Además de contar con un PIN que se requiere para cada pago, hay que sumar la pasarela de seguridad de cada compañía bancaria, que los datos van encriptados, que nunca se muestra completo el número de la tarjeta y la -muy segura- tecnología NFC para el envío de datos entre el teléfono y el terminal que sólo se pone en marcha una vez introducido el código de seguridad. Por ahora, eso sí, sólo funcionará en los teléfonos Nexus S 4G fabricados por Google y comercializados por Sprint en Estados Unidos.
Portland, San Francisco y Nueva York se convertirán en las ciudades piloto para esta prometedora iniciativa. Al trabajar junto a Mastercard, Google sumaría ya 120.000 comercios en EEUU y 300.000 en todo el mundo técnicamente preparados para este sistema. A favor tiene además el sistema de ofertas puesto en marcha por la compañía para competir con iniciativas como Groupon, su capacidad de crear y gestionar tecnología y el apoyo de otras grandes como Toys'R'Us, FootLocker o Subway. Y, por supuesto, haber llegado primero, sobre todo antes que Apple, que podría convertirse en el principal competidor con un modelo alternativo.
En contra juega que use una tecnología aún poco aceptada en terminales móviles como es NFC -aunque Google espera que sea masiva para 2014 y por si acaso ya ha preparado accesorios-, que no exista un estándar que pudiese servir para todos los teléfonos y sistemas operativos -Google se ha mostrado dispuesto a colaborar con quien quiera y usa PayPass de MasterCard frente a Serve de American Express- y, por supuesto, la desconfianza que puede generar un sistema tan novedosos como extraño que consiste en pagar acercando el móvil a un terminal sin cables ni ranuras.
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