Latacunga, Ecuador (PL) Carmen Fabiola es colombiana y vino hace seis meses a Ecuador en busca de ayuda pues dejó de ver de ambos ojos.
A través de su hija, que vive en Quito, supo del centro oftalmológico de Latacunga, donde se realizan las cirugías de pterigium y cataratas de forma gratuita, según nos contó.
Nos impresionó cuando llegó y le detectamos catarata total en ambos ojos, pues ella, aunque sólo tiene 52 años, es diabética de niña, lo que explica lo precoz de esta enfermedad en ella.
A pesar de no ver, esta mujer se mostró alegre, dispuesta y nos trasmitió al equipo todo ello; y aunque le explicamos no sabíamos en su caso las consecuencias de la diabetes sobre la retina, quiso operarse en nuestro centro.
Fabiola, como llegamos a decirle, es peluquera en su país pero hace tiempo no puede trabajar por la discapacidad visual debida a la catarata bilateral detectada.
En octubre le operamos el ojo derecho. Cuando entró al salón venía de la mano de Dago, el anestesista, con una sonrisa que le iluminaba el rostro.
Nos trasmitió Fabiola total confianza en nuestro trabajo cuando dijo: "Doctora, vine buscando un milagro en sus manos". Colaboró muy bien en la cirugía, y apenas colocamos el lente en su ojo, exclamó alegre que ya podía ver.
Esta colombiana llena de energía alcanzo más de 90 por ciento de visión en su ojo derecho al mes de operada y retornó a su país a disfrutar la Navidad, a ver de nuevo las luces de su ciudad en diciembre.
Regresó Fabiola en febrero a operarse el ojo izquierdo y también recuperó la visión. Y ahora vuelve a su peluquería colombiana, adonde estamos todos invitados.
(*) Cirujana oftalmóloga cubana, integrante de la Misión Milagro en la ciudad ecuatoriana de Latacunga y colaboradora de Prensa Latina.
A través de su hija, que vive en Quito, supo del centro oftalmológico de Latacunga, donde se realizan las cirugías de pterigium y cataratas de forma gratuita, según nos contó.
Nos impresionó cuando llegó y le detectamos catarata total en ambos ojos, pues ella, aunque sólo tiene 52 años, es diabética de niña, lo que explica lo precoz de esta enfermedad en ella.
A pesar de no ver, esta mujer se mostró alegre, dispuesta y nos trasmitió al equipo todo ello; y aunque le explicamos no sabíamos en su caso las consecuencias de la diabetes sobre la retina, quiso operarse en nuestro centro.
Fabiola, como llegamos a decirle, es peluquera en su país pero hace tiempo no puede trabajar por la discapacidad visual debida a la catarata bilateral detectada.
En octubre le operamos el ojo derecho. Cuando entró al salón venía de la mano de Dago, el anestesista, con una sonrisa que le iluminaba el rostro.
Nos trasmitió Fabiola total confianza en nuestro trabajo cuando dijo: "Doctora, vine buscando un milagro en sus manos". Colaboró muy bien en la cirugía, y apenas colocamos el lente en su ojo, exclamó alegre que ya podía ver.
Esta colombiana llena de energía alcanzo más de 90 por ciento de visión en su ojo derecho al mes de operada y retornó a su país a disfrutar la Navidad, a ver de nuevo las luces de su ciudad en diciembre.
Regresó Fabiola en febrero a operarse el ojo izquierdo y también recuperó la visión. Y ahora vuelve a su peluquería colombiana, adonde estamos todos invitados.
(*) Cirujana oftalmóloga cubana, integrante de la Misión Milagro en la ciudad ecuatoriana de Latacunga y colaboradora de Prensa Latina.
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