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miércoles, 13 de abril de 2011

'El último don' es el primer líder mafioso que rompe la 'ley del silencio' (Omertá)


Que la mafia italoamericana de Nueva York estaba en decadencia era algo sabido. Sobre todo después del durísimo golpe que las autoridades asestaron en enero a cinco de las familias que integran 'La Cosa Nostra'. Más de un centenar de mafiosos fueron detenidos en lo que fue la operación policial contra el crimen organizado más exitosa de todos los tiempos en EEUU. La 'ley del silencio' (Omertá) tocaba fondo.

La norma que siempre caracterizó a estos grupos de extorsión y que castigaba con la muerte a informadores y chivatos ha sucumbido definitivamente este martes cuando, por primera vez, el ex jefe de una de las familias más poderosas de Nueva York señaló a su sucesor como el culpable del asesinato de un asociado de la familia Bonanno.

Joseph Massino, o 'el último don', nombrado así en los tabloides estadounidenses, ha hecho historia al romper la veda de los pesos pesados en colaborar con las autoridades. Su fin era evitar la pena de muerte. Y lo ha hecho contra el que fue su posible sucesor al frente de la familia Bonanno, Vincent Basciano.

Este hecho histórico se ha producido en los juzgados federales de Brooklyn. Allí, Massino no vaciló al señalar este martes a Basciano como el autor del asesinato de Randolph Pizzolo. "Me dijo que le asesinó", declaró al jurado tal y como recogen varios medios locales, "que era basura, un alborotador, una rata".

Grabación delatora

Massino grabó la conversación durante la estancia de ambos en la cárcel. Cumplían condena por extorsión y participación en asesinatos, y consiguió sacarle la confesión en 2004. Su trayectoria como fiel cumplidor de la Omertá le avaló en su cara a cara con Basciano, que cayó en la trampa.

A Massino le pudo el miedo a pasar de la cadena perpetua al corredor de la muerte. Los fiscales le tenían amenazado con ser el primer jefe en ser condenado a la pena capital en décadas. Se ofreció a colaborar con las autoridades cuando el propio Basciano le confesó que estaba pensando en matar a uno de los fiscales.

La familia Bonanno es una de las más castigadas históricamente por los golpes policiales, a pesar de ello, y tal y como recoge The New York Times, es una de las que más unidas ha permanecido en comparación con otras, que han sufrido numerosas deserciones. Se han caracterizado, junto a la familia Genovese, por su colaboración con las autoridades, cuando sus miembros pasaban a ser testigos protegidos. Aún así nunca antes un ex jefe había roto la ley del silencio.

Los papeles se han invertido con la sorpresiva declaración de Massino. El que fue su segundo de a bordo podría afrontar la pena capital después del juicio de este martes, mientras que él estaría en prisión de por vida.

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