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viernes, 24 de septiembre de 2010

Pollo en Crema de Ajos y Olivas Negras


Ingredientes
1 pollo de 2 Kg. si es de campo mejor, los pollos de ciudad no son tan sabrosos.
20 olivas negras con carozo.
1 cabeza de ajos colorados.
2 cucharadas de aceite bendecido por cualquier cura.
200 cc de agua bendita.
Pimienta a gusto para alegrarnos la vida.
Sal del Mar Muerto.
Colorante alimentario amarillo (para caer en otro pecado capital la mentira simulando que nuestro pollo fue criado con el más puro maíz genéticamente modificado por Monsanto).

Procedimiento
Descuartizar el pollo en 4 trozos con el mas refinado estilo de Jack el Destripador, separando las alas de la pechuga, quitarle las vísceras que pueda tener y bautizar la carne (lavarla), le hacemos unos cortes por donde salgan los pecados del pollo con alguna gallina y penetrará la crema.
Desosar las olivas negras, si es posible conseguir olivas muertas (en Hipercor las venden en caso contrarios usar cualquier oliva negra de Aragón , son las mejores por su fuerte sabor y excelente cuerpo que incita al pecado.
Pelar los ajos, colocarlos en recipiente junto a las olivas sin carozo, una cucharadita de sal, media de pimienta blanca (acá también las blancas tienen cabida), 200 cc de agua, las 2 cucharadas de aceite de oliva y el colorante alimentario, pasarlo por el minipimer o licuadora.
Colocamos en una fuente el pollo y lo mojamos con la salsa que hemos anteriormente elaborado, dicha salsa la iremos poniendo poco a poco para que el pollo no quede hervido en la salsa.
Cuando el pollo ha largado buena parte de su jugo quitamos el mismo en una cacerola y lo reservamos para reducirlo con maicena creando de esta manera una salsa con cierta consistencia.
Mientras tanto dejamos el pollo en el horno para que se dore un poco mas, es importante que la temperatura del horno sea inferior a 180 grados para evitar que se nos queme la pasta de olivas licuada anteriormente, el tiempo de cocción es de unos 70 minutos.
Queridas/os Hermanas/os unidos en el pecado les dejo esta receta celestial, de la cual jamás se olvidaran, ideal para conquistar un sacerdote o una dulce monjita e incitarlos al pecado terrenal, el postre vine después de esta celestial comida y se recomienda por una cuestión de comodidad usar un recipiente de dos plazas…

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