Sin embargo en el hotel Four Seasons una empleada terminó con su carrera laboral y fue despedida tras pedirle un autógrafo para su padre, que además es un viejo dirigente y futbolero de Carmelo.
El sentir nacional que luego de la actuación del seleccionado celeste está a flor de piel de los uruguayos no debió ser expresado en el cerrado ambiente europeo, con estrictos códigos de rigidez en el trato de los empleados con los huéspedes que tiene el reglamento del Hotel Four Seasons. "Soy un caso atípico, ningún compañero quiso salir de testigo porque comparten ese sentimiento que hoy sentimos todos los uruguayos" contó a LA REPUBLICA Celina Caram, que desde hace cuatro años trabaja en el hotel.
Según le dijeron, la despidieron por haber molestado a Sebastián Abreu y a Diego Lugano que estuvieron tres días con sus familias descansando en el hotel. "Para mí no son celebridades, sino que hoy son parte de nuestra cultura. Celebridades son Susana Giménez, Natalia Oreiro y otras figuras que vienen aquí y nadie las molesta", dijo Celina; "fijate que todavía andamos con el orgullo por las nubes y ellos no tienen postura de celebridad sino que son como vos o yo", explicó. Vale recordar que ambos futbolistas estuvieron en un restaurante de Carmelo y no tuvieron ningún inconveniente en firmar autógrafos a todos los que se acercaron y seguramente no estarían de acuerdo con la medida que se tomó con la trabajadora que los atendió a ellos y sus familias mientras estuvieron en el hotel. Mientras Jorge "el turco" Caram viene con la hoja en la que Abreu y Lugano le firmaron el autógrafo, Celina cuenta que "le pedí que me firmara un autógrafo y eso fue motivo de despido. Cuando voy a buscar la propina me llaman a la oficina y me despiden por eso", señaló.
Celina cuenta que no firmó el despido ante la insólita medida de su superior inmediato: "sólo salí y me fui", dijo.
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