No se pueden quejar. Los tres representantes españoles en la Liga de Campeones 2010-11 no se encerrarán con 'fieras' en el sorteo de la fase de grupos que se ha celebrado en Mónaco. Si acaso, al Madrid le habría gustado algún rival del 'tercer mundo' futbolístico. Pero tampoco se puede quejar.
El Madrid eludió los peores cabezas de serie, pues de ese bombo más difícil le salió un Milan en proceso de renovación y todavía con demasiados 'dinosaurios' en sus filas. Pero después no sonrió en exceso con el vicecampeón holandés, Ajax, que está lejos de su pasado aunque siempre ofrecerá complicaciones, ni con el Auxerre francés, uno de los de mejor nivel del último bombo.
El Barcelona, único cabeza de serie del fútbol español, fue el mejor parado de todos. Le fueron llegando un rival de peligrosidad media como el Werder Bremen alemán, el más débil Copenhague y el incómodo Rubin Kazan ruso, que ya le apuró la temporada anterior.
El Valencia recibió la peor noticia de entrada, su emparejamiento en el grupo de Manchester United; el Rangers escocés vino a continuación -nada del otro mundo, pero temible por su aptitud física- y, por último, un viaje a la lejanía turca del Brusaspor, un grupo con poco nombre que, como los escoceses, sabrá crear un ambiente infernal en su estadio.
La gala de Mónaco, presentada por Melanie Winiger y Pedro Pinto, se desarrolló con más ritmo y emoción que en anteriores ediciones, con la participación de jugadores legendarios y los denominados mejores de la pasada campaña en cada puesto (todos del Inter: Julio César, Maicon, Sneijder y Milito), que fueron quienes metieron las manos en la masa de los bombos para fijar los ocho grupos de esta fase previa de la Champions que, salvo sorpresa, meterá a los más grandes en octavos de final.
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