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martes, 8 de junio de 2010

Zapatero advierte: España debe superar "tres reválidas" en junio

En este mes de junio, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se someterá a las pruebas más difíciles de toda su andadura gubernamental , que empezó en 2004, y que determinarán el futuro de la legislatura y del país. La Unión Europea es el tribunal examinador. Esta es la consideración trascendente que el jefe del Ejecutivo ha transmitido a sus colaboradores. En La Moncloa se trabaja para someterse antes del 30 de junio "a tres reválidas", según expresión del círculo de Zapatero.

El anuncio de durísimos ajustes por parte de los Gobiernos de Alemania y Reino Unido sirvió ayer al entorno del presidente para tratar de convencer a todos, miembros de su equipo en el Gobierno y el PSOE, de que los recortes propuestos en España no son un caso singular sino que los ajustes "son comunes a toda la Unión Europea". A este respecto, desde el PP ya se ha respondido, a través de su secretaria general, Dolores de Cospedal, que en efecto hay que hacer ajustes pero también que los que propone el Gobierno español no son los adecuados porque afectan "a los más débiles".

En las próximas horas, el presidente del Gobierno insistirá en su llamada a los partidos políticos y a los agentes sociales para que traten de tener una posición "constructiva" ante los recortes, ajustes y reformas.

Hasta ahora no le han seguido, como ayer denunciaron la secretaria de Organización, Leire Pajín, y el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso. El PP, los partidos de la izquierda y las organizaciones sindicales no avalan las respuestas que Zapatero ha dado o está en trámite de ofrecer para que la Unión Europea las evalúe.

Las medidas para reducir el déficit constituyen una de las reválidas y tienen como fondo conseguir "la credibilidad de los mercados". De entrada, ya cuentan con un rechazo notable, tanto en el Parlamento como en los sindicatos. Una de ellas, la rebaja de sueldo de los funcionarios, ha provocado la convocatoria hoy de una huelga para el sector público.

La reforma laboral es el otro gran examen con plazo fijo este mes. "Se trata de una reforma del mercado de trabajo que debe servir a la economía española para las dos próximas décadas", aseguran interlocutores del entorno del presidente. Estos mismos añaden que será la reforma "más profunda" que se haya hecho en España desde hace muchos años.

A la pregunta de si el Gobierno ha tirado la toalla sobre la posibilidad de una reforma pactada con los agentes sociales, la respuesta es diplomática. Ojalá hubiera acuerdo, aseguran, pero el Gobierno tiene que ejercer su responsabilidad. Lo hará el próximo día 16 en el Consejo de Ministros con la aprobación por decreto de la reforma si los agentes sociales no logran pactarla, a pesar de que los sindicatos han amenazado con una huelga general. Una nueva y quizá última oportunidad se dan mañana los agentes sociales y el Gobierno para desbloquear el desacuerdo fundamental sobre las causas del despido y su indemnización.

Satisfacer o contrariar por completo a empresarios y sindicatos es tarea imposible, según reconocen en fuentes gubernamentales, aunque a ambos Zapatero les reclamará "responsabilidad". Ahora bien, los dos años de conversaciones intermitentes y los cuatro meses de negociaciones con propuestas concretas tampoco caerán en saco roto. En el decreto que prepara el Gobierno figuran medidas que tuvieron la aquiescencia de los interlocutores sociales, algunas que solo desea la CEOE, y otras de interés de los sindicatos, señalan fuentes gubernamentales.

Entre tanto, con el reloj en la mano, la Unión Europea espera conocer el contenido de la exigida reforma laboral para aprobar el plan de ajuste español.

También en una semana el proceso de fusión de las cajas de ahorros debería estar concluido. Esta será la tercera reválida a la que hace referencia Zapatero a sus colaboradores: la reestructuración del sistema financiero.


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