Francia es un equipo que sigue dudando de su filosofía, su estilo de juego debido a las críticas que generó su preparación para la cita planetaria.
Durante la preparación al torneo del combinado galo en Tignes, localidad situada en los Alpes franceses (18-25 de mayo), la construcción de un grupo cohesionado era la prioridad, algo que quedó validado con la victoria 2-1 en el choque preparatorio ante Costa Rica.
Pero el empate ante Túnez (1-1) y la derrota frente a China (1-0) generó dudas, sobre todo después de haber visto a Frank Ribery y Yoann Gourcuff en el segundo choque querer lanzar el mismo tiro libre, que el segundo acabó cediendo, lo que confirma lo mal integrado que parece el jugador del Burdeos.
Una de las otras dudas más habituales sobre los 'Bleus' es si el novedoso 4-3-3 puesto en marcha por el seleccionador, Raymond Domenech, seguirá siendo la elección táctica del equipo.
Sin embargo, el problema es que la laboriosa clasificación para el Mundial Francia se logró con un sistema 4-2-3-1 y que el rendimiento con el 4-3-3 ha sido modesto, con una victoria, un empate y una derrota.
Además, las bandas siguen siendo una incógnita pues existe un desequilibrio entre la izquierda, en la que han sido alineados, Evra, Malouda y Ribéry y la derecha, en la que han jugado con Sagna, Gourcuff y Govou. Finalmente, cabe preguntarse qué efecto han tenido las críticas formuladas sobre el equipo durante su preparación al Mundial. Según el ex defensa de los 'Bleus' Marcel Desailly, Francia no pasará de la fase de grupos.
No obstante, en términos generales, el pesimismo sigue siendo la tónica predominante tras la derrota ante China, selección que no irá a Sudáfrica y que ocupa la 84ª posicion del ránking de la FIFA.
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