El mayor temor de los bañistas ha vuelto. Aunque se alimenta de crustáceos y larvas de peces, no le hace ascos a la piel humana. Prefiere las aguas frías del Atlántico pero a juzgar por los recientes avistamientos, parece que le ha cogido gusto al Mediterráneo. Nos referimos a la 'carabela portuguesa' (Physalia physalis), una especie de sinóforo (organismos "emparentados" con las medusas) cuya presencia el año pasado en las costas causó una gran alarma social y que ha vuelto a ser vista en aguas de la costa murciana.
Aunque se trata de "avistamientos puntuales" tal y como recalcan desde Oceana, algunos expertos aseguran que se desplazará hacia Baleares. Para evitar la alarma del año pasado, el Ministerio de Medio Ambiente ha puesto en marcha ya todo un operativo para controlar y registrar todos los avistamientos de la 'carabela portuguesa' que se produzcan en cualquier parte del país. Para ello, se ha movilizado, a técnicos, Guardia Civil y pescadores para que colaboren y avisen en caso de que vean algún ejemplar.
Silvia García, científica marina de Oceana, asegura que por el momento "los avistamientos son puntuales, pero tras la alarma social del año pasado, se ha desplegado una campaña de vigilancia que implica que todo aquel que vea una carabela portuguesa tiene que dar aviso al 112". Pese a que llevaba una década sin aparecer por el Mediterráneo, ya es el segundo año consecutivo que se detecta su presencia en las costas españolas. No obstante, García asegura que "ahora se controla más su presencia, antes pasaba desapercibida y por eso no se documentaba, aunque por el momento se desconoce el número de ejemplares que hay ahora mismo en aguas españolas".
En este sentido, Silvia García considera que la presencia de estos organismos "emparentados" con las medusas es "imprevisible". Son las corrientes de aire las que las mueven hacia el Mediterráneo aunque también existen otros factores que favorecen su llegada, como el cambio climático, la sobrepesca o la abundancia de alimento.
Masa 'muy importante' procedente del Atlántico
La investigadora postdoctoral del ICM/CSIC Dacha Atienza considera que desde febrero hay una masa "muy importante" de carabelas que, procedentes del Atlántico, han ido varando en las costas andaluzas. Estos organismos son desplazados por las corrientes y se prevé que, de acuerdo a este movimiento, vayan avanzando hacia el archipiélago balear.
Según sus datos, el fenómeno es similar al del año pasado, cuando se encontraron estos ejemplares en Málaga y, después en Formentera, de acuerdo a la circulación natural del agua marina, que entra por el Estrecho de Gibraltar y avanza por el levante andaluz y Murcia hacia Baleares.
Las carabelas portuguesas son fáciles de identificar porque tienen un flotador bastante grande, de color azulado y se desplazan sobre la superficie del agua gracias a una vejiga rellena de gas que semeja una vela de barco y a la que debe su nombre. Su forma de globo azulado esconde unos tentáculos urticantes de hasta 30 metros de longitud.
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