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jueves, 27 de mayo de 2010

El Madrid despide a Pellegrini y contratará a Mourinho

"Un nuevo impulso". Con esa figura retórica justificó Florentino Pérez el despido de Manuel Pellegrini y la inminente contratación de Jose Mourinho "una vez que resuelva su relación con el Inter de Milán". El presidente del Real Madrid confirmó lo que ya se daba por seguro en los pasillos del Bernabéu desde hace semanas. "Su estilo de juego encaja seguro con este club. Primero ganar, espíritu de sacrificio, valores", evaluó. [¿Acierta el Real Madrid al cesar a Pellegrini?]

En apenas un cuarto de hora, Florentino resolvió su primera comparecencia ante los medios en muchos meses. Nada más salir de la Junta Directiva apareció en la sala de prensa del estadio y leyó un escueto comunicado, que compendiaba los nuevos tiempos en Chamartín. "Durante las últimas semanas hemos dedicado mucho tiempo a hacer balance de la temporada. Hemos decidido dar por finalizada la etapa de Manuel Pellegrini, al que queremos agradecer el trabajo que ha realizado. La Junta también ha decidido contratar a Jose Mourinho una vez que resuelva su relación con el Inter".

A partir de ahí una decena de preguntas, muchas de ellas formuladas por periodistas italianos, ansiosos por conocer el futuro del ganador del triplete en San Siro. "Lo que queda por revolver es una interpretación del contrato entre Mourinho y su club y ahí poco podemos hacer", resumió el dirigente blanco, que admitió haber conversado por teléfono con su homólogo Massimo Moratti el pasado lunes.

Para Florentino, Mourinho es "el mejor entrenador del mundo", por lo que su incorporación representaba "una oportunidad que no podíamos desaprovechar". Enumeró las virtudes del técnico de Setúbal "ilusión, esfuerzo, profesionalidad, dedicación", pero no ofreció detalles sobre incorporaciones. "De fichajes, nadie ha hablado con él".

Definición de estabilidad

Mourinho se convertirá de este modo en el octavo técnico de Pérez, que antes de Pellegrini ya despidió a Vicente del Bosque, Carlos Queiroz, Vanderlei Luxemburgo, José Antonio Camacho y Mariano García Remón. Cuando se le preguntó por estos contínuos relevos, dejó su peculiar versión de los hechos: "La estabilidad para el Madrid es ganar y ser líderes en Europa y en el mundo".

Algo alejado de la realidad en tiempos recientes, con dos temporadas en blanco y seis decepciones consecutivas en los octavos de la Champions. La última protagonizada por Pellegrini, que aguardó desde Villarreal noticias de su finiquito. Sobre la gestión de este particular, Florentino no admitió críticas. "Los medios tienen su ritmo, pero no se ha oído hablar a nadie del Real Madrid hablar ni de uno ni de otro (Mourinho y Pellegrini)".

En el horizonte blanco sigue apareciendo una palabra ya manida. "Nuestro objetivo es la excelencia". Esa que luce el Barcelona en la última época. Por eso se ha sacrificado a Pellegrini. "No ha sido fácil, pero estamos convencidos de que esto dará un nuevo impulso al club que nos devuelva al liderazgo en España y en Europa". Curiosamente, hace cuatro años y medio, cuando dejó el cargo ante el asombro general, Florentino argumentó su marcha de idéntica forma. La necesidad de un nuevo impulso.

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