.

.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¡Ay, Cristinita!

Linda parejita no?

Es contorsionista y actriz. Puede ser suave, un dulce de leche o darse ínfulas desde la arrogancia, intolerante, cínica e hipócrita. Su raro arte de vampiro reside en que es difícil descubrirla. Según le sirva, será lacónica o una parlanchina alegrona que, al sacudir la cabellera, parpadea seductora y mueve caderas que el tiempo le ha ensanchado demasiado.

Me refiero a la presidenta argentina, Cristinita, quien ignora, olímpica, su cercano desmoronamiento físico y político. Al iniciarse la Cumbre Iberoamericana en España desmintió, con énfasis labial y vigor sedoso de ademanes, que haya dificultado la importación de alimentos desde Uruguay.

En días previos, empero, y sin que lo contradiga ni Vázquez Franco, siempre listo a ir contra la corriente, varios camiones quedaron atascados en la frontera. Al mismo tiempo Brasil era notificado que sus cargueros no entrarían a Buenos Aires si, previamente, atracaban en Montevideo.

Tales medidas, según la Secretaría de Comercio, tenían como objetivo, en realidad, impedir que alimentos subsidiados de la Unión Europea entraran con disimulo, de sota manga al pasar, y dañaran a la industria argentina.

Ahora parece que las cosas volverán a su cauce.

¿Qué provocó el cambio? ¿El fruncimiento de cejas de los europeos, tan diplomáticos, dignos aristócratas que jamás suspenden el té de las cinco?

No. Fue Lula, que no anda con vueltas: quizás te sonría mientras te propina un puñetazo en el estómago.

Uruguay miró el novelón con somnolencia tipo fin de semana largo, mientras los industriales rajaban paredes con las uñas. Ojalá, antes que sea tarde, el gobierno asuma cómo está rodeado y qué estrategia le sirve.

Cristinita será fiel a sí misma hasta el fin. Me recuerda a Carlos de la Púa, el poeta lunfardo, apostador empedernido y ateo sin retorno. Agonizaba y un amigo le dice:

-En estos casos conviene quedar a mano con Dios. ¿Llamo a un cura?

-Y... Siempre es bueno tirarse un lance...

No hay comentarios: