Un hombre de origen mauritano afincado en Lleida acusado de utilizar la brujería para estafar a varios empresarios ha sido exculpado al considerar el juez que sus rituales eran tan poco creíbles que no constituían delito. En la interlocutoria de sobreseimiento de la causa, el titular de instrucción del juzgado indica que "no se aprecian suficientes indicios que justifiquen la concurrencia de engaño en los hechos denunciados". Aboubacar Q. fue detenido en mayo del año pasado tras la denuncia de un empresario que le acusaba de estafarle 39.000 euros con falsas promesas. Al hacerse pública la noticia salieron hasta tres presuntas víctimas más, hombres de negocios de Lleida que reconocieron que acudieron a su consulta para solucionar problemas económicos y personales pero que tras varias consultas no consiguieron nada más que perder más dinero para satisfacer las peticiones del vidente.
Según la investigación policial y las declaraciones de los presuntos estafados, tras las primeras visitas el mago iba incrementando la cantidad de dinero que pedía, cuya cifra basaba en datos personales como su edad multiplicada por mil o la fecha de su nacimiento. Sin embargo, el acusado negó que pidiera estas cantidades y aseguró que nunca cobraba más de 700 euros por consulta. Sea como fuere, el juez ha dictado el sobreseimiento de la causa argumentando que "sólo hace falta recordar que los denunciantes acudieron al denunciado porque, a través de rituales de magia, solucionara sus problemas económicos y personales", lo que no considera "engaño suficiente". Además, el juez destaca su "condición de empresarios".
La letrada del acusado presentó durante el juicio jurisprudencia del Supremo que considera que "no existe estafa cuando el estafado acude a médiums, magos, poseedores de poderes ocultos o tiradoras de cartas".
Los afectados pueden presentar recurso al archivo de la causa durante esta semana.
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