La Agencia de Salud Pública precintó ayer un restaurante 'wok' de la calle Potosí del barrio de Sant Andreu en el que se decomisaron 105 kilos de comida en mal estado, en una operación conjunta con la Policía Nacional, Inspección de Trabajo y la Guardia Urbana. Hoy, tras subsanar los problemas de salubridad, ha sido desprecintado.
Según informó la Guardia Urbana, en la operación, en la que se identificó a 35 personas, la Policía Nacional detuvo a nueve trabajadores por carecer de la documentación necesaria para residir en España e imputó a un responsable del local por explotación laboral.
La Guardia Urbana también levantó una veintena de actas por infracciones administrativas, el inspector de trabajo otras por infracciones a la Seguridad Social, y la Agencia de Salud otra por falta de condiciones higiénico-sanitarias, procediendo al precinto del local.
Los propietarios del restaurante, de 900 metros cuadrados y 180 mesas, tienen ahora un plazo de 24 horas para subsanar las deficiencias higiénicas detectadas por los inspectores, cuando volverán a revisarlo.
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