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sábado, 24 de abril de 2010

Más casos del síndrome de la mujer 'fashion' y politraumatizada

En los últimos años se ha detectado en España un aumento de casos de mujeres 'enganchadas' a cualquier cambio estético que puedan aplicar a su cuerpo o rostro para mejorar su aspecto. Esto es lo que se conoce como el 'síndrome de la mujer fashion'. Así lo explica el jefe de servicio del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Julián Conejo-Mir.

La mujer 'fasion', señala Jaime Tufet, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), es aquella que está 'poliretocada'. "Por mi experiencia, suelen ser mujeres mayores de 50 años que llevan mucho tiempo sometiéndose a distintos tratamientos estéticos, sobre todo, relacionados con los rellenos y varias intervenciones quirúgicas", señala.

"Llámese Carmen Lomana o Isabel Preysler. Es un tipo de mujer aficionada a diferentes tratamientos, como el bótox, los rellenos, el 'peeling'... Y al final, acaban teniendo la piel politraumatizada", señala Conejo-Mir, alertando de que en los últimos tiempos "cada vez ven más mujeres de este tipo".

Una piel politraumatizada, según los especialistas, es aquella que ha perdido grasa, la circulación es mala, se desarrolla como una cicatriz interna (fibrosis), presenta un aspecto más envejecido, tiene una textura endurecida y es menos bonita.

Pese a que los tratamientos a los que se someten no son perjudiciales para la salud cuando se aplican por separado, el problema en estos casos es que, "al estar enganchadas, se lo hacen todo". Así, el uso de algunos rellenos cosméticos inyectados pueden provocar granulomas como reacción a un cuerpo extraño, mientras que el uso de bótox "aunque se ponga bien, a veces puede provocar arritmias faciales".

Muchos de estos casos rozan la obsesión. "Tengo una paciente que a pesar de tener unos pómulos exagerados, viene para rellenarlos 'un poquito más'. Todavía hay algún caso de chicas que nunca ven sus labios lo suficientemente gruesos", comenta el doctor Tufet. "Incluso una mujer que se queja porque su marido no quiere pasear a su lado (por vergüenza), pero ella sigue haciéndose retoques para rejuvenecer".

¿Dónde está el límite? "Lo ponemos los médicos. Si aceptamos todas las pretensiones, estamos asumiendo un riesgo. Se tienen que evitar las caras mostruosas. Desmerece nuestro trabajo. Sin embargo, es cierto que hay casos muy complejos en los que probablemente exista una alteración mental detrás. No aceptan un no por respuesta. Muchos lloran".

Riesgos de la estética

Del mismo modo, el doctor Conejo-Mir argumenta que las liposucciones "no quedan lisas como una pared y en ocasiones se provocan depresiones de la piel", mientras que las inyecciones de vitaminas pueden provocar hematomas y los tratamientos de exfoliación o 'peeling' acaban "achicharrando" la piel.

Además, estas mujeres también hacen uso constante de los cosméticos, que pueden generar alergias de contacto "empeoradas por el continuo cambio de marcas y productos", mientras que el interés por el adelgazamiento en tiempo récord puede provocar estrías e incluso celulitis, "que es independiente de estar delgada".

El doctor Conejo-Mir reconoce que los dermatólogos están cada vez más acostumbrados y preparados para tratar estos problemas, ya que "está de moda" acudir a estos profesionales sanitarios cuando se ha sufrido algún problema de piel por cirugía o medicina estética.

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