De la reunión, cuya existencia confirmó ayer el Ayuntamiento de Vic, salió una cosa clara: el alcalde no está denunciando a los inmigrantes. De hecho, ayer, no constaba en la Delegación del Gobierno la delación de ningún inmigrante en situación irregular residente en Vic.
El encuentro sirvió para evaluar los mecanismos legales de control de la inmigración. Según fuentes conocedoras de la reunión, el delegado del Gobierno, Joan Rangel, ofreció al alcalde colaboración para evitar fraudes en el empadronamiento, aunque siempre dentro de la legalidad y evitando cualquier discriminación como la que plantea el regidor. De ahí que Rangel recordara que ya existen mecanismos que permiten denunciar a alguien que pretenda empadronarse con documentación falsa.
Según estas fuentes, el alcalde de Vic también se habría comprometido a no denunciar por ahora a ningún inmigrante. Vila d'Abadal habría advertido, eso sí, que piensa mantener su defensa pública de la delación de sin papeles. El alcalde, a través de una portavoz, declinó valorar ayer el contenido de la reunión.
Mantener un discurso público de dureza contra los inmigrantes sin papeles, pero sin denunciar a nadie, permitiría a Vila d'Abadal presentarse ante su electorado como un político partidario de la ley y el orden y arrebatarle así este papel a su principal rival, Josep Anglada, de la xenófoba Plataforma per Catalunya. Además, esta posición permite a Vila d'Abadal conservar el apoyo de sus socios, que han advertido de que no tolerarán convertir la capital de Osona en una ciudad donde se delate sistemáticamente a los inmigrantes.
Mantener la tranquilidad en Vic es la prioridad de Vila d'Abadal, como también lo es seguir en el centro de atención, máxime cuando el alcalde ha entrado en la carrera electoral para hacerse con un escaño en el Parlament dentro de las listas de CiU.
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