El presidente José Mujica consideró que nuestra sociedad tiene una "actitud torpe" al no permitir la completa integración de las Fuerzas Armadas, porque si en el futuro alguna crisis económica deriva en una crisis social, los cuerpos armados serán la verdadera garantía para "cuidar el funcionamiento institucional, obligar a respetar la democracia y que no existan aventuras golpistas".
Mujica comenzó su audición "Hablando al Presidente", que se emite por la radio de FM M24, señalando su intención de hablar sobre un tema de "enorme profundidad", pero que considera "olvidado".
En este sentido, el Presidente destacó la importancia que tiene el servicio de las armas en momentos cruciales y señaló que "es torpe una nación que no se ocupa de la salud política, moral, ética y del grado de compromiso de sus cuerpos armados".
En el Uruguay "nos pasa que hemos vivido una dictadura muy dura, entonces, en los hechos tendemos a endilgarles a estas Fuerzas Armadas de hoy la responsabilidad de cosas que pasaron hace muchos años". El mandatario dijo que con esta actitud "dejamos al costado, como despreciados, a nuestros cuerpos armados".
"En todo caso, los tenemos como a un perro peligroso, atado en el fondo, no lo queremos ni mirar mucho y, sin embargo, está integrado y hecho por hombres de nuestro pueblo y de nuestra sociedad, que en los hechos tienen nada más y nada menos que la responsabilidad de llevar las armas del país", remarcó.
"Creo que asumimos una actitud torpe, torpe con el futuro, con el porvenir, porque la gran garantía de todas las luchas del pueblo uruguayo, por mejorar, por distribuir mejor, se va a poner a prueba, no sé cuándo, algún día, cuanto más lejos mejor, cuando alguna crisis mundial nos traiga una crisis de reparto".
"Y en esa hora tendrá un inmenso valor que los cuerpos armados de nuestro país obliguen a respetar la democracia, a que no existan aventuras, a que tengamos las tensiones que tengamos que tener, pero sin cataclismos institucionales", sostuvo. Para Mujica, esto será posible "si no dejamos que las ineludibles tendencias fascistoides, que también existen en una sociedad, sean propietarias o estén largando al porvenir un mensaje que esté como allí, como latiendo, como esperando su circunstancia favorablemente golpista, porque en las crisis de reparto, en las grandes crisis sociales, obviamente, las instituciones a los ojos de mucha gente pierden valor práctico, porque la penuria tiende a obnubilar la visión de las grandes masas".
Consideró que el país tiene que tener "cuerpos armados hondamente comprometidos con las transformaciones de la sociedad, ser parte de la sociedad y no cosas que quedan como al costado, como que no se ven, como que no participan, como que no son ciudadanos. No debemos cometer ese error de tremenda ingenuidad política", aseveró.
GARANTIA: LOS CUERPOS ARMADOS
En este marco, el mandatario preguntó: "¿Cuál es la última garantía en una sociedad, del juego y de la existencia institucional de la democracia de derecho que conocemos?". Para Mujica, en América Latina y en otras partes del mundo, hemos visto casos que calificó como "formas directas", donde algunos militares asumen el gobierno, aunque también ha habido "formas indirectas" donde los militares "sacan un gobierno civil y ponen a otro".
Prácticamente, "hemos visto todas las variantes en la historia de América Latina" y volvió a preguntar: "¿Cuál es la honda garantía en el juego de la democracia institucional en el país?". Opinó que hay varios factores que juegan, como la educación de los jóvenes por el respeto a las instituciones y la democracia y también nuestra cultura.
"Pero la gran garantía es que los cuerpos armados, en la hora de las tensiones sociales, defiendan la estabilidad institucional, no permitan ser arrastrados a la aventura, no permitan alinearse atrás de aventuras golpistas o semigolpistas", enfatizó.
"Esta cuestión pasa a ser vital y no consideramos que los responsables de los golpes de Estado sean directamente los cuerpos armados, en el fondo hay otros factores que juegan, pero esos factores hondos, si se quedan sin instrumento práctico, serán fuerzas negativas de nuestra sociedad, pero no mucho más", indicó.
"La verdadera garantía para una nación es que sus cuerpos armados, en los grandes momentos de tensión, cuiden y respeten el funcionamiento institucional; esto no tiene vuelta y no hay que disimularlo", subrayó.
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