El presidente de la República, José Mujica, reclamó mayor solidaridad al conjunto de la sociedad y cuestionó a quienes "se ponen furiosos" si ven que "les pueden sacar algo de lo bastante que tienen, para tratar de atender siquiera, o mitigar en parte, a aquellos que no tienen nada o es muy poco lo que tienen".
En su audición "Habla el Presidente", que se emite por FM M24, el primer mandatario dijo que "cuando defendemos un derecho tenemos que mirar para el costado, tenemos que mirar a los muchos que nos rodean, tenemos que preocuparnos siempre por salvaguardar el barco".
En un mensaje aparentemente dirigido a los sectores de funcionarios públicos o de la producción que recientemente han hecho públicas sus quejas ante la posibilidad de perder beneficios, Mujica comenzó relatando la situación que precisamente se registra con las enormes diferencias salariales entre los trabajadores del Estado.
"Frecuentemente, nos definimos a nosotros mismos como sociedad y señalamos que somos un pueblo solidario".
"Sin embargo, no menos cierto es que muy frecuentemente no lo somos tanto (solidarios), es decir, frecuentemente, frente a ese carácter general también aparecen por todas partes nuestras contradicciones", aseveró.
Mujica dijo que para gobernar es inevitable pensar en todos y, en primer término, pensar en el interés general. "Esto genéricamente es muy fácil de señalar, pero hay que reconocer que están vivas en nosotros y en nuestra sociedad, las contradicciones y antagonismos que nos muerden y nos lastiman por todas partes".
"En la sociedad hay ganadores y perdedores, en un constante juego de poder, de lucha, que se da por todas partes, que tiene diversos niveles", sostuvo.
Sin embargo, afirmó que "durante muchísimos años, tantos que ni se pueden señalar, en los hechos se fueron creando ventajas por acá y por allá, a favor de grupos humanos que a veces son verdaderos abismos de ventajas, frente a otros ciudadanos similares que están en otras partes".
"Y esas ventajas a favor son fruto, en gran medida, de dos cosas: del lugar donde se trabaja y de la importancia económica o de poder que tiene ese lugar".
"HAY GENTE QUE SE PONE FURIOSA"
"Esto ha ido desatando un conjunto de contradicciones y de niveles. No sé los miles de salarios que hay en nuestra sociedad. Es fácil, es obvio, decir que hay que igualar para arriba, desde luego, esta es la filosofía ideal, pretender igualar para abajo sería una verdadera explosión. Está mal que nos empecemos a plantear: igualemos hacia el futuro. Si no podemos arreglar las consecuencias de una compleja historia, que nos ha traído hasta acá, por lo menos no tenemos que agravarla, en primer término, no seguir más en esa rutina".
"Segundo, tenemos que plantearnos que hacia el futuro, los que ingresen, lo hagan en otras circunstancias, que puedan ser efectivamente mucho más solidarias, que expresen el interés del todo y no razones que son circunstanciales", propuso. "Porque es obvio que hay ganadores y perdedores en una sociedad como la nuestra, pero resulta que frecuentemente el ser ganador o perdedor poco tiene que ver con el mérito personal", enfatizó.
"Entonces, acá vemos uno de los elementos que nos fragmenta y que termina fragmentando la conciencia colectiva. A veces, vemos gente que se pone furiosa si da la impresión que le pueden sacar algo de lo bastante que tiene, para tratar de atender siquiera, o mitigar en parte, a aquellos que no tienen precisamente nada o es muy poco lo que tienen".
"DEBEMOS MIRAR PARA EL COSTADO"
"Es que a los hombres dirigentes, con frecuencia, demasiado, les flaquea su humanidad, son permisivos a los pedidos de aquellos que tienen al lado. Rehuyen ser antipáticos, rehuyen los conflictos, rehuyen la responsabilidad de decir no. A veces, no siempre, caen en la demagogia y otorgan o terminan otorgando a quienes tienen al lado, lo que ni por asomo están en condiciones de otorgar a quienes están lejos, a quienes no llegan, a quienes no ven".
"A veces la demagogia es de carácter político, porque pertenecen a la carrera política. Pero hay otras formas de demagogia, como conservar el poder en cualquier rincón organizado de la sociedad y pelear airadamente por intereses que están allí, y que están muy lejos de contemplar el interés general. Gobernar significa lidiar con todas estas contradicciones", opinó.
"Pero si estas contradicciones existen, yo sé que con nombrarlas no las superamos, pero menos las vamos a superar, siquiera en parte, si no tenemos el coraje de decirnos las cosas a nosotros mismos".
En otra parte de su alocución, Mujica dijo: "Queridos compatriotas, cuando defendemos un derecho tenemos que mirar para el costado, tenemos que mirar a los muchos que nos rodean, tenemos que preocuparnos siempre por salvaguardar el barco". "Nuestros intereses sectoriales son válidos, pero hay intereses más grandes y más comunes. Todas estas cosas tenemos que tener el coraje de intercambiarlas, de reconocerlas y tenemos que evitar conflictos. No es confrontando, es negociando y negociar significa siempre ceder parte para conservar parte; negociar en estos casos es acercarnos. Muchas veces, dar más, aunque fuera justo no es posible. Debemos acercarnos lo más posible al interés general, que siempre es recordar que hay extensas mayorías que están muy lejos, frecuentemente, de tener acceso a cosas que frecuentemente tenemos acceso algunos". "En este largo proceso, hay un afán que no debe ser ocultado, de ir igualando lo más posible hacia arriba, pero esto necesita comprensión colectiva, actitud colectiva, actitud permanente de transformar las confrontaciones en negociaciones eficaces y no exteriorizarlas en esfuerzos inútiles, porque en definitiva el camino no es imponiendo a rajatabla el interés de una parte contra el interés general. El interés general debe ser acortar siempre en todo lo posible las distancias".
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