El gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, evalúa presentar una acción judicial contra la ley anti-inmigrante promulgada la semana pasada en el estado de Arizona, dijo hoy el ministro de Justicia, Eric Holder.
El ministro calificó a la ley como "desafortunada" y se declaró "muy preocupado" por la posibilidad de que la normativa, que abre el riesgo de detenciones basadas en la apariencia étnica, establezca "una brecha entre las comunidades" y las fuerzas policiales.
Holder anunció que en el gobierno de Obama "estamos considerando todas las posibilidades, incluyendo la posibilidad de un desafío ante las cortes".
El viernes, pocas horas antes de que la gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, firmara la ley, Obama consideró la iniciativa como "irresponsable".
La ley causó una ola de indignación entre las organizaciones hispanas y defensoras de derechos civiles del país, que anunciaron campañas de causas judiciales contra la normativa.
También hoy, el senador republicano Lindsay Graham, de Carolina del Sur, admitió que la ley de Arizona "enfrentará un camino empinado" si es desafiada ante la justicia.
"Tengo la razonable sospecha de que, si la cuestión se termina resolviendo alrededor del color de la piel o el origen étnico como la razón dominante, entonces no soportará la presión de las apelaciones", afirmó.
Lindsay se separó así de uno de sus principales aliados, el senador John McCain, de Arizona. El ex candidato presidencial republicano consideró la ley de Brewer como "un paso adelante" frente a la inmigración ilegal.
Además de Holder, también la ministra de Seguridad Interior, Janet Napolitano, apuntó hoy contra la ley. "Puede terminar desviando recursos que la policía debería utilizar para perseguir a los inmigrantes ilegales que cometieron crímenes serios y no para detener a cualquiera que parezca un inmigrante", sostuvo.
"Tenemos profundas preocupaciones", dijo Napolitano durante una audiencia del comité Judicial del Senado.
Se estima que unos 460.000 inmigrantes indocumentados viven en Arizona, que comparte una larga franja fronteriza con México. Según estadísticas oficiales, son once millones las personas indocumentadas que viven en todo el país.
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