Una mujer de 62 años y su hija de 36, fueron copadas y abusadas sexualmente en la mañana de ayer por un solitario atracador que ingresó a la vivienda en que ambas viven, ubicada en La Blanqueada, mientras estas dormían. Además se llevó el dinero.

En la mañana de ayer, próximo a las 10.10 horas, las propietarias de una vivienda ubicada en el cruce de las calles Mateo Vidal y Agustín Abreu, barrio La Blanqueada, fueron copadas y violadas.
Una mujer de iniciales CKL, de 62 años, y su hija, MFAK, de 36, se encontraban durmiendo cada una en su cuarto, cuando primeramente la madre fue sorprendida por un desconocido que le ató los pies y las manos con cordones de un calzado, la amordazó con un pañuelo y para luego violarla en reiteradas ocasiones.
Acto seguido y no conforme con el abuso a la sexagenaria, el delincuente concurrió al dormitorio de la hija de esta para efectuar lo mismo que rato antes había hecho a su madre. Siguió igual proceder que con la anciana.
Luego de consumado el acto a ambas se dedicó a revisar toda la casa en la búsqueda de objetos de valor.
Encontró una suma de dinero no especificada, y con el botín en sus manos fugó de la casa sin dejar rastros.
A los pocos minutos la menor de las mujeres logró zafar de sus ataduras, liberó a su madre de las mismas y efectuó la denuncia correspondiente al 911.
Concurrieron a la vivienda varias dotaciones de la Seccional 9ª que asistieron en primera instancia a las abusadas, las que fueron derivadas a un centro de atención para ser revisadas. En el lugar también trabajó personal de Policía Técnica. El hecho fue informado a la Justicia Penal de Turno.
MOTOCHORROS ATACAN
En otro orden, cercano a la medianoche de ayer, próximo al cruce de la avenida Luis Alberto de Herrera y Cubo del Norte, barrio Atahualpa, se encontraban conversando dos mujeres, una de 50 y otra de 59 años, las que hacían algunos instantes habían salido de un restorán existente a pocos metros del lugar.
En determinado momento paró junto a ellas una moto tripulada por dos hombres. El que iba de acompañante se bajó y extrajo de entre sus ropas un arma de fuego con la cual efectuó dos disparos al aire para amedrentar a las señoras.
Estas sin entender lo que estaba sucediendo, intentaron huir, pero el delincuente las amenazó y los dijo: "Quédense quietitas".
Acto seguido les exigió que les entregaran sus carteras, a lo que debieron acceder las mujeres. Con el botín en sus manos, unos $ 6.000, tarjetas de crédito y documentación varia, el atracador subió al birrodado y junto a su compinche fugaron por Cubo del Norte en dirección al Este.
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