La Trasnochada redondeó una gran actuación en su segundo pasaje. La murga de Joaquín Freire volvía luego de pasar muchas peripecias en la actual temporada: la inexplicable falta de contrataciones, enterarse en la madrugada que actuaban 18 horas después y, para finalizar, la descompensación de Leo Pereyra minutos antes de salir a escena, lo que demoró por algunos momentos el inicio del show. Por suerte el artista se recuperó en pocos minutos.
Todo este cóctel generó una rebeldía en el conjunto que permitió disfrutar de una de las actuaciones más emotivas de la temporada, independientemente del nivel de sus textos o la precisión de su canto, pese a lo cual me adelanto a decir que son de buen nivel. Lo concreto es que la murga trasmitió mucha fuerza y eso contagió al público, que respondió con una ovación cuando finalizaba su espectáculo.
Para finalizar, un muy buen trabajo de La Trasnochada, que deberá esperar a sus rivales para saber si tendrá una tercera oportunidad; tiene chance pero dependerá del jurado.
Demimurga. Pocos días pasaron desde que la murga de Christian Font pasara por el "Ramón Collazo"; en esa oportunidad el nivel fue similar al de la primera rueda.
Sus puntos fuertes son sin dudas "La murga más grande del mundo", donde los muchachos bajan a la platea para el disfrute del público asistente y, parte de los errores, fundamentalmente el salpicón. Le costó acomodarse en el canto pero en líneas generales rindió aceptablemente.
El vestuario y la puesta en escena son realmente de buen nivel y logran el cometido que se proponen.
Sintetizando: creemos que es un buen año de la murga, que tiene puntos muy altos y de los otros, lo que dificulta su pasaje a la liguilla; por el disfrute del público, ojalá se les dé.
Los Calmantes no lograron repetir su actuación de la primera rueda, el ritmo pareció enlentecerse aunque el tiempo utilizado fue similar.
El texto tiene momentos muy buenos, fundamentalmente en la humorada del Mutualismo, durante la cual Diego Montes de Oca y Kleber Esteche hacen de las suyas junto al resto del elenco, que aporta lo suyo.
Hay veces que uno no puede explicar lo que pasó, pero fue notorio que Los Calmantes no rindieron lo que pueden y habrá que esperar un poco para saber si estarán en la liguilla. Para nosotros hipotecaron mucho la chance de llegar a la misma.
La Mojigata está en su mejor año creativo. Ese "ser o no ser" es de un muy buen nivel textual, las interpretaciones rayan la excelencia y el disfrute pasa de lo sublime a lo absurdo con total naturalidad, lo que hace aun más impresionante la propuesta.
Cabe destacar el trabajo de Diego Licio, quien se comió la cancha, y de Martín Sacco, otro que se robó los aplausos.
En el debe quedó la parte coral; lamentablemente para sus intereses la murga no logró afirmarse como lo había hecho en su anterior pasada por el templo de Momo, y eso seguramente le puede quitar chance a la hora de las definiciones. El vestuario es otro de los rubros en los cuales dan ventajas. La pérdida de Iván Arroqui se sintió ya que este conjunto por lo general llegaba muy bien ataviado. De todos modos La Mojigata tiene cuerda para rato y que a nadie le asombre que termine en posiciones que muy pocos aventuraban en lo previo.
La liguilla determinará hasta dónde trepan en el marcador final.
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