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viernes, 19 de febrero de 2010

Barrio Marconi en pie de guerra; se unen bandas para tomar represalias

Ayer de mañana balearon al hermano del joven ejecutado a balazos.

Problemático. La situación se torna cada vez más complicada.

Problemático. La situación se torna cada vez más complicada.

La gravísima situación que se vive en el barrio Marconi, parece encontrarse fuera de control por parte de las autoridades. Los hechos están demostrando que está imperando la ley de la selva.

A los trágicos episodios ya registrados (dos homicidios, personas baleadas, atentados incendiarios, tiroteos y amenazas), ahora la situación parece agravarse aún más.

Próximo a la medianoche de ayer, doce hombres que pertenecen a grupos de delincuentes realizaron un pacto y se unieron.

Armados con escopetas, pistolas calibres 9 mm y revólveres calibres 38, irrumpieron en una vivienda ubicada en el barrio Borro.

La dueña de casa, una mujer de unos 50 años, se encontraba junto a su pequeño nieto de 3 años, al que debió proteger con su cuerpo, debido a los numerosos disparos que fueron realizados en el interior del inmueble.

Los agresores buscaban afanosamente a un individuo apodado "el Oreja" ya que, según ellos, había tenido directa participación en el homicidio de "el Maca", Maximiliano García, de 16 años.

Si bien en la finca no se encontraba el sujeto que rastreaban, un joven que allí se encontraba, asustado, se escondió en el baño, pero fue localizado, circunstancias en que fue atacado y herido de dos disparos en las piernas.

PACTO EN BUSCA DE VENGANZA

Tras el violentísimo suceso, la docena de hombres que conforman dos gavillas, unidas por un pacto en busca de venganza, se dieron a la fuga efectuando disparos con las armas que empuñaban.

Minutos más tarde, la Policía fue alertada y el muchacho herido de bala, fue trasladado a la policlínica de capitán Tula, donde fue asistido de las lesiones. Su vida no corre riesgo por los impactos recibidos.

En el marco de las primeras averiguaciones, los investigadores pudieron determinar, que uno de los grupos responde a la "banda del Bartolo" y el otro a la "banda del Ferrone".

Estos dos grupos, como se citó, se unieron en un pacto, con la finalidad de vengar la muerte del adolescente.

Al respecto, fue realizado un operativo, pero no se concretaron detenciones. Fuentes oficiales consultadas indicaron a LA REPUBLICA que la casa, escenario del impresionante ataque, se encuentra ubicada en el barrio Borro, inmediaciones de Pedro Trápani y el camino Casavalle.

Las horas transcurrieron y por lo que trascendió, se escucharon numerosos disparos en Marconi, pero no fueron reportados heridos.

La mañana de ayer, transcurrió con normalidad, hasta que al promediar la hora 10.30, vecinos de Salustio y Emilio Zola denunciaron que se había registrado un nuevo enfrentamiento a balazos, resultando una persona herida.

El personal policial que arribó en primer lugar ubicó tirado en la vía pública a Alberto Machado, de 25 años, que según la Policía es hermano del menor apodado "El Maca", ejecutado a tiros de escopeta.

IMPERA LA LEY DEL SILENCIO

El joven, fue trasladado inmediatamente a la policlínica de capitán Tula, donde los médicos le diagnosticaron "herida de bala en pierna derecha", siendo derivado al hospital Pasteur, donde quedó circunstancialmente internado.

Lo llamativo de este traslado, es que los médicos solicitaron custodia policial para la ambulancia, debido a lo que está sucediendo en Marconi y los riesgos que podrían estar corriendo.

Simultáneamente, otro equipo de la jefatura que trabajaba en la zona donde se encontraba el muchacho baleado, localizó a una mujer rubia, que transportaba una bolsa de nailon, en cuyo interior fueron localizados e incautadas, numerosas balas para acondicionar una pistola calibre 9 mm.

La muchacha fue detenida y conducida a una dependencia de la Dirección de Seguridad para su indagación. No se produjeron más arrestos y se desconocen las causas reales en que el hermano de "el Maca" fue baleado.

No está de más recordar que en la zona conflictiva y aledaños, está imperando la ley del silencio, es decir que nadie vio ni escuchó nada.

Con los últimos acontecimientos, quedó más que claro que se conformaron dos importantes grupos de delincuentes que responden a diferentes bandos.

Por consiguiente, la Policía no descarta nuevos enfrentamientos, cuyo resultado sería imposible de determinar.


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