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sábado, 26 de diciembre de 2009

El fallo eléctrico que dañó al Bicing afectó a más empresas de la Zona Franca

El suministro eléctrico de Fecsa-Endesa en las inmediaciones de la Zona Franca sufrió fuertes altibajos el pasado lunes, lo que afectó a decenas de empresas, que en algunos casos se quedaron sin luz durante 31 horas. A primera hora de la tarde varias compañías también notaron un notable bajón de la tensión, que dejó oficinas y hoteles unos instantes a oscuras y, según todos los indicios, paralizó el Bicing en toda la ciudad.

A las 440 estaciones que el Bicing tiene repartidas por Barcelona se les fundieron los plomos en esos mismos momentos. El único servidor central con el que cuenta el sistema público de bicicletas, que está precisamente junto a la Zona Franca, sufrió un parón que se prolongó durante 17 horas y media, lo que se convirtió en la peor avería de los más de tres años del servicio. Barcelona Serveis Municipals (BSM), la empresa municipal responsable del Bicing, informó el mismo lunes por la tarde de que el fallo se debía a "las continuas subidas y bajadas de tensión eléctrica". "Durante la mañana (...), el suministro eléctrico al servidor ha sido intermitente, pero Bicing ha podido ofrecer servicio y funcionar correctamente" gracias a sus generadores, explicó la empresa pública. Pero a primera hora de la tarde, el servicio acabó por perder "la comunicación entre el servidor central y las estaciones".

Esta versión, la del fallo eléctrico, es corroborada por varias empresas del área, incluida la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), dependiente del Puerto de Barcelona, que en un informe interno destaca "la lentitud en la atención de Fecsa-Endesa", que "a pesar de las constantes reclamaciones telefónicas llevadas a cabo por clientes de la ZAL" no ofreció "compromiso alguno en los tiempos de demora" para arreglar la avería. La ZAL está situada al sur de la sede del Bicing, y varios hoteles (como el Hesperia y el Solvasa) situados al norte o noroeste también notaron los problemas.

Pese a todas estas evidencias, Fecsa-Endesa reaccionó ayer con una inusitada virulencia contra el Ayuntamiento. Negó en un comunicado "de forma categórica" tener cualquier responsabilidad en la avería e incluso amenazó con "emprender las acciones legales oportunas contra BSM por unas afirmaciones totalmente falsas y carentes de ningún fundamento, que ponen en duda de forma irresponsable la calidad del servicio que la compañía ofrece día a día a todos los clientes en Barcelona".

Endesa, preguntada por este periódico sobre los problemas sufridos por otras empresas de la zona, se ratificó en lo expresado en su comunicado.

Han pasado tres días, el servicio se restableció el martes por la mañana, pero a estas alturas ni los responsables directos del Bicing ni los dirigentes municipales han sabido explicar aún qué ocurrió exactamente. BSM "no descarta ningún tipo de motivo", dijo el concejal de Movilidad, Francesc Narváez, tras el pleno municipal celebrado ayer y la amenaza lanzada por Endesa.El relato que la ZAL plasma en su documento interno es idéntico al que difundió BSM: fallos continuados en el suministro acabaron estropeando transformadores y generadores, y por eso algunas empresas se quedaron sin luz durante varias horas.

"Durante la mañana del día 21 de diciembre se produjeron varios cortes de suministro eléctrico en todo el polígono ZAL que afectaron en mayor o menor grado a la totalidad de las empresas establecidas en el recinto", comienza el documento, que no deja lugar a dudas sobre que el origen de los cortes estaba en "la red de Fecsa-Endesa".

Por una parte, eso provocó que un transformador se estropease y tres empresas se quedasen sin luz. No pudieron reanudar su actividad hasta el martes por la noche o, en el caso más extremo, hasta ayer por la mañana. Por otra, estos cortes repetidos acabaron por averiar el generador del edificio de oficinas central de la ZAL. La avería ocurrió sólo una hora antes de que se produjese la que afectó al generador del Bicing, y se pudo reparar completamente cuatro horas después.

Especialmente demoledor para Endesa es el final del documento, que señala en todo momento a la compañía eléctrica como responsable de los fallos. "Hay que destacar la lentitud de Fecsa-Endesa", concluye el texto, que lamenta que "las constantes reclamaciones telefónicas" sólo obtenían "respuestas imprecisas y sin compromiso alguno" generadas por "sistemas semiautomáticos" de atención telefónica.

Mientras eso ocurría al sur del polígono industrial Pujades, donde se encuentra el taller del Bicing, al norte el suministro eléctrico también sufría altibajos. Lo explica, por ejemplo, un empleado del hotel que la cadena Solvasa tiene cinco calles más arriba de estos talleres, establecimiento que aloja a visitantes del nuevo recinto de la Fira de Barcelona en L'Hospitalet. Sobre las cuatro de la tarde todas las luces y los ordenadores del hotel se apagaron unos momentos varias veces, explicó este empleado. Y pocos kilómetros más al oeste, en el hotel Hesperia, unas empleadas afirmaron que les sucedió lo mismo el martes por la mañana.

Pese a todo, las amenazas de Endesa hicieron que el concejal Narváez se cargase de prudencia para señalar sus causas, que dijo que aún desconocía, aunque calificó de "intolerable" el incidente. El Ayuntamiento ya reclamó un "informe técnico exhaustivo" a la empresa concesionaria, Clear Channel, el pasado martes. Ayer Narváez dejó claro que habrá consecuencias: "Una vez que conozcamos las causas, se tomarán las medidas que correspondan", dijo, "para que esto no vuelva a pasar"."No nos creemos que el máximo responsable municipal del Bicing aún no sepa qué ha ocurrido", denunció ayer el concejal de Convergència i Unió en el Ayuntamiento de Barcelona Eduard Freixedas. Tanto su grupo, el mayor de la oposición, como el de Esquerra Republicana, también opositor, aprovecharon la monumental avería que el sistema de bicicletas sufrió el lunes para criticar lo que consideran que es "un fallo de concepción" del servicio: "Han optado por la cantidad y han desatendido la calidad", opinó el republicano Ricard Martínez. "El problema es que el programa informático diseñado para 500 vehículos ha de gestionar ahora 6.000", añadió Freixedas.

Martínez, además, recordó que su grupo ha pedido en diversas ocasiones la rescisión del contrato a Clear Channel, la empresa gestora del Bicing. Se hizo con la concesión ofreciendo la mitad del precio por el que se licitó, que era de 55 millones de euros.


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