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sábado, 26 de diciembre de 2009

A 20 años de la invasión a Panamá

El triste episodio de la invasión estadounidense a Panamá, convertida en un campo de pruebas para los más sofisticados armamentos norteamericanos, cumple este mes dos décadas sin poder borrar el genocidio desatado contra la población civil.

La operación, lanzada por Washington bajo el cínico nombre de "Causa Justa", involucró a unos 26.000 efectivos de unidades de elite, a los cuales se sumaron otros 12.000 localizados en las bases militares desplegadas en el territorio panameño.

La administración del presidente George W. Bush utilizó como pretexto la necesidad de lograr la salida del poder del general Manuel Antonio Noriega, además de proteger la vida de los estadounidenses en el país.

La primera bomba cayó a las 12.46 horas del 20 de diciembre de 1989, para desatar así un ataque que puso a prueba la maquinaria bélica norteamericana frente a unas Fuerzas de Defensa que contaban con unos 17.000 hombres.

A esos últimos se sumaban poco mas de 3.800 voluntarios que integraban los Batallones de la Dignidad, complementados con los Comités de Defensa de la Patria y la Dignidad Institucional.

El experimento de la Casa Blanca incluyó el empleo contra los panameños de tecnología de avanzada como la del bombardero "invisible" Stealth F-117, aviones AC-130 Spectre de alto poder de fuego y A-37 equipados con bombas y ametralladoras.

Blindados y armamento de precisión para la infantería completaron el arsenal lanzado contra Panamá, en un derroche de fuerza que dejó un saldo de víctimas fatales estimadas en torno a las cuatro mil.

Varias fosas comunes fueron utilizadas por los invasores para sepultar a los civiles y militares ultimados. Diversos medios denuncian la existencia de sitios aún por identificar donde enterraron a los patriotas panameños muertos.

Por estos días se escuchan también los reclamos de agrupaciones de la sociedad civil para conocer el alcance real en pérdidas humanas y materiales que dejó la agresión estadounidense.

Para ello, la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (Copodehupa) promoverá acciones dirigidas a determinar el número de víctimas de la invasión estadounidense contra ese país.

El sacerdote Conrado Sanjur, presidente de la mencionada organización, indicó que aprovecharán los 20 años de los hechos para iniciar una campaña con vistas a determinar el balance final de esa agresión. Asimismo está la oportunidad de demostrar el objetivo real de la invasión genocida, en lugar de atribuirle el papel de instrumento para una supuesta liberación del país.

A 20 años de la invasión a Panamá, bases norteamericanas siguen amenazando la región, en esta oportunidad con la activación de la Cuarta Flota y el acuerdo suscrito por el gobierno de Colombia con Estados Unidos, donde al menos siete bases militares colombianas serán utilizadas por tropas estadounidenses. A éstas se suman las intenciones manifiestas del presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien ha puesto a la orden el territorio de la nación centroamericana para activar bases militares norteamericanas.

Más de 26 mil efectivos militares norteamericanos y aproximadamente 400 bombas lanzadas a barriadas populares de Panamá fueron suficiente para devastar al país del general Torrijos, que aún reclama justicia. No podemos olvidar.

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