Damasco, 24 feb (PL) Un integrante de las bandas mercenarias que
operan en Siria confesó en la televisión pública haber cometido
innumerables actos de terrorismo, secuestro y asesinatos contra civiles
inocentes.
Abdulhadi Mohammad al-Khelef refirió haber formado parte de la banda
que destruyó semanas atrás el hospital estatal de Quseir, ciudad situada
en la central provincia de Homs y que costó la vida a varios médicos y
personal de esa institución.
Cavamos un túnel de unos 300 metros desde una casa cercana hasta llegar al subsuelo del hospital, donde realizamos tres ramificaciones y detonamos los artefactos explosivos, detalló.
Agregó que las explosiones fueron planeadas para hacerlas coincidir con un ataque de dos grupos armados a la institución hospitalaria.
Al-Khelef confirmó haberse unido a un grupo integrado por 25 pistoleros equipados con ametralladoras y otras armas.
De igual forma, declaró haber cometido actos de secuestro y tortura, entre ellos el de 15 personas en el poblado de al-Aqrabyyeh, y de otras cinco en la aldea de al-Ghassanyyeh, en el central territorio.
Durante su testimonio transmitido por la televisora, reconoció haber apresado de forma ilegal a dos civiles en la aldea de al-Hamidiye, lugar donde también robó par de vehículos SUV.
Explicó por último que recibían armas y dinero de un ciudadano llamado Dabbah Ghannoum y de sus dos hijos, desde Líbano.
Las bandas armadas que intentan derrocar al gobierno del presidente Bashar Al Assad, con la complicidad y asistencia de gobiernos de Occidente y de la región, se valen de coches bomba, atacantes suicidas o ataques directos para destruir la infraestructura del país, así como sembrar el miedo y la sensación de caos en la población civil, han denunciado las autoridades en reiteradas ocasiones.
Cavamos un túnel de unos 300 metros desde una casa cercana hasta llegar al subsuelo del hospital, donde realizamos tres ramificaciones y detonamos los artefactos explosivos, detalló.
Agregó que las explosiones fueron planeadas para hacerlas coincidir con un ataque de dos grupos armados a la institución hospitalaria.
Al-Khelef confirmó haberse unido a un grupo integrado por 25 pistoleros equipados con ametralladoras y otras armas.
De igual forma, declaró haber cometido actos de secuestro y tortura, entre ellos el de 15 personas en el poblado de al-Aqrabyyeh, y de otras cinco en la aldea de al-Ghassanyyeh, en el central territorio.
Durante su testimonio transmitido por la televisora, reconoció haber apresado de forma ilegal a dos civiles en la aldea de al-Hamidiye, lugar donde también robó par de vehículos SUV.
Explicó por último que recibían armas y dinero de un ciudadano llamado Dabbah Ghannoum y de sus dos hijos, desde Líbano.
Las bandas armadas que intentan derrocar al gobierno del presidente Bashar Al Assad, con la complicidad y asistencia de gobiernos de Occidente y de la región, se valen de coches bomba, atacantes suicidas o ataques directos para destruir la infraestructura del país, así como sembrar el miedo y la sensación de caos en la población civil, han denunciado las autoridades en reiteradas ocasiones.
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