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domingo, 24 de febrero de 2013

Carne 'made in France' para evitar adulteraciones

Carne gala para evitar adulteraciones. Francia ha optado por el proteccionismo carnívoro para tranquilizar a los consumidores y evitar que el escándalo de la carne de caballo se repita. Mientras el Gobierno defendió este sábado un etiquetado obligatorio del origen de la ternera en los productos ya cocinados, algunos grupos de distribución como Carrefour o Intermarché han aprovechado para sacar la bandera patria.
Carrefour ha indicado este sábado que en seis meses todos los platos cocinados de su marca sabrán a carne 100% francesa. El grupo ha firmado un acuerdo con la Federación Nacional Bovina para modificar los ingredientes e incorporar ternera de casa. Los precios serán los mismos, según explicó Eric Bourgeois, director de productos frescos del grupo.
También su competidor Intermarché ha hecho propósito de enmienda y certificará sus productos elaborados con ternera para tranquilizar a sus clientes. Igual que Findus, que se ha comprometido a incluir el sello de garantía de origen en sus platos cocinados con carne.
Hasta ahora los industriales están obligados a indicar el tipo de carne, pero no el origen de la misma, en los platos preparados. Sólo una modificación de las legislación europea puede obligarles a cambiar las etiquetas. El ministro de Agricultura, Stephane Le Foll, abordará el lunes en Bruselas con sus homólogos europeos la posibilidad de modificar la normativa actual.
Para Francia, una mayor transparencia tranquilizará a los consumidores y evitará adulteraciones. Por eso también este sábado el presidente francés, François Hollande, aprovechó la inauguración del salón de la agricultura para defender un etiquetado obligatorio en los productos elaborados con carne en el que se identifique el origen de la misma.

Medidas necesarias

"El consumidor debe saber de donde vienen los productos que compra", ha dicho Hollande en la apertura de la 50 edición del salón. Según explicó, en las próximas semanas coordinará junto con el ministro de Agricultura las medidas necesarias para avanzar en la medida. Según Le Foll, Alemania y Reino Unido están de acuerdo en mejorar el etiquetado de estos alimentos.
El escándalo de la carne equina se ha agravado en Francia después de que Reino Unido detectara la presencia de un antiinflamatorio prescrito para los caballos y potencialmente dañino para la salud en restos equinos enviados a París. El ministro de Agricultura anunció este sábado que tres de las seis piezas llegadas de Reino Unido y que contenían trazos de fenilbutazona se infiltraron en el mercado de la carne y han entrado en la cadena alimentaria.
La fenilbutazona es un antiinflamatorio prescrito para los caballos para aliviarles el dolor en las articulaciones, y dañino para los humanos. Según París, la alerta británica llegó tarde y los restos de caballo fueron transformadas en productos destinados al consumo. Tras la alerta dado por Londres se retiraron algunos de estos platos, pero otros "han sido consumidos". Según el Gobierno francés el riesgo para la salud "es menor".

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