"¡Mahony, quédate en casa!". Ése es el grito de guerra que cada vez más gente lanza al cardenal estadounidense Roger Mahony, acusado de haber encubierto 129 casos de abusos sexuales contra menores cometidos por curas pederastas cuando estaba al frente de la diócesis de Los Angeles.
Mahony, que el próximo sábado está llamado a declarar durante cuatro
horas ante un tribunal para responder precisamente de esas acusaciones,
tomará posteriormente un avión para viajar a Roma y formar parte del cónclave que eligirá al sucesor de Benedicto XVI.

"Estoy deseando viajar pronto a Roma para dar las gracias al Papa Bendicto XVI
por su extraordinario servicio a la Iglesia y para participar en el
cónclave que elegirá su sucesor", escribía recientemente en su blog
personal.
La participación del cardenal Mahony en el cónclave está desatando
una fuerte polémica. Catholics United, un grupo de católicos
progresistas estadounidense, ya ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas a través de su página web
para que el ex arzobispo de Los Ángeles no tome parte en la elección
del nuevo Papa, al considerar que es indigno de ello. Y también la
revista italiana 'Famiglia Cristiana' ha lanzado a través de su página web
un sondeo entre sus lectores sobre si es conveniente que Mahony sea uno
de los 117 cardenales que elegirá al nuevo Papa. "Hay que convencerlo
de que se quede en casa", sentencia el cardenal Velasio De Paolis, de 78 años, jurista y quien también participará en el cónclave.
No es sólo que el cardenal Mahony haya sido cesado recientemente de
todas sus obligaciones públicas y episcopales por su sucesor como
arzobispo de Los Ángeles, José Gómez. O que ya en 2007 la diócesis de Los Ángeles, con Mahony al frente, tuviera que pagar 660 millones de dólares a las 508 víctimas de 120 curas pederastas
que abusaron de ellas durante años, sobre todo en la década de los 80.
Es que recientemente, y por orden de Tribunal, la diócesis de Los
Ángeles se ha visto obligada a hacer públicas 14.000 páginas de documentos que guardaba en relación a esos casos,
y que dejan claro que Mahony jugó un papel fundamental a la hora de
encubrir a curas pederastas de su diócesis, moviéndolos de una
jurisdicción a otra a fin de complicar que la Justicia pudiera echarles
el guante.
"Ningún miembro de la jerarquía católica ha luchado durante tanto tiempo y tan enérgicamente como el cardenal Mahony para ocultar décadas de abusos e intimidaciones sobre niños cometidas por sacerdotes", escribía el 'New York Times' el mes pasado sobre él. "Tiene suerte de no estar en prisión", sentencia el 'Washington Post'.
Hace unos días el propio Mahony escribía en su blog el dolor que le
provocan las críticas de las que está siendo objeto. "Dios me ha ayudado
a entender: no estoy aquí para servirlo con humildad, he sido llamado a
algo más profundo: a ser humillado y rechazado por muchos. No estaba
preparado para ese desafío, pero después del miércoles de Cenizas he entendido el significado de la llamada de Jesús",
sentenciaba. "Honestamente, no puedo decir que haya alcanzando el punto
en el que puedo rezar por nuevas humillaciones. Estoy en el estado en
el que doy gracias por soportar las humillaciones que sufro en este momento».
No hay comentarios:
Publicar un comentario