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jueves, 6 de diciembre de 2012

Los hoteles más extravagantes

Dormir en una celda (de diseño), con barrotes en las ventanas y pijama a rayas incluidos, o alojarse en una habitación submarina. Los 10 hoteles más extravagantes del mundo proponen desde una velada romántica para dos subidos a una vieja grúa portuaria o reservar una suite en la cabina de un Boeing 747-200.

01 Una noche entre rejas

Hotel Alcatraz, Kaiserslautern (Alemania) y Londres

Una de las 'celdas' del Hotel Alcatraz, en Kaiserslautern (Alemania).
Un inodoro al lado de una estrecha cama, fuertes barrotes de acero y un pijama a rayas son algunas de las cosas que los huéspedes encontrarán en su habitación en el Hotel Alcatraz, en Kaiserslautern, al oeste de Alemania. Este alojamiento ocupa la que fue una de las prisiones más famosas del país, tiene 56 habitaciones con barras en las ventanas y está rodeado por alambres de púas. Además, ofrece un curioso servicio de transporte: en furgón blindado. En el hotel Alcatraz los huéspedes son recibidos como delincuentes y quedan condenados a disfrutar de una copa entre rejas. Sentirse como un verdadero preso cuesta 70 dólares la noche.
En Londres hay otro hotel Alcatraz de características todavía más duras, donde los huéspedes son prisioneros y a las 23.45 las luces se apagan. Las habitaciones son celdas de un metro y medio por tres y tienen un camastro, un váter, un lavabo y dos estanterías. En lugar de empleados hay actores disfrazados de guardias (a los que hay que llamar Señor) y los huéspedes tienen que llevar uniforme y son fotografiados de frente y de perfil al llegar. La cena se sirve en bandejas de metal. ¡Cómo para no dormir!

02 La cabeza en Francia

Arbez Hotel, La Cure (frontera franco-suiza)

El hotel Arbez, en La Cure, población ubicada en la frontera franco-suiza. / Roland Zumbuehl
Gracias a su ubicación entre la frontera franco-suiza, el hotel Arbez permite a la gente dormir, literalmente, con la cabeza en Francia y los pies en Suiza. Probablemente es el único hotel transfronterizo en Europa. Jules Joseph Arbez y un lugarteniente de la resistencia fueron los directores de este curioso hotel que por un accidente de la historia está en dos países. Durante la Segunda Guerra Mundial los soldados americanos y británicos lo utilizaron para cruzar hacia la neutral Suiza y así estar a salvo a través del hotel. Charles de Gaulle fue el primer ciudadano de honor de este minúsculo “principado”. Es un lugar perfecto para disfrutar de los encantos de la región, el Alto Jura.

03 A la cama, remando

Utter Inn, lago Mälaren, Vasteras (Suecia)

Utter Inn, en el lago Mälaren, Suecia. / www.PrivateIslandsOnline.com
Aunque desde la costa no parece un lugar impresionante, esta casita roja en mitad del lago Mälaren, cerca de Estocolmo, esconde un secreto: una habitación bajo el agua, a tres metros de profundidad y a un kilómetro de la costa. Para llegar hasta este idílico enclave, el hotel pone a disposición del cliente una barca de remos para navegar por el lago.
Este proyecto del sueco Mikael Genberg se llama Utter Inn (utter en sueco significa nutria) y fue construido en el año 2000. Por un pequeño coste adicional, el propietario ofrece cena a los huéspedes pero la mayoría se preparan ellos mismos la comida. La vista del lago espectacular y la experiencia (sobre todo en verano), única.

04 Dormir con ostalgie

Ostel, Berlín

Una de las habitaciones del albergue Ostel, en Berlín.
Una oportunidad para dormir al más puro estilo RDA en un verdadero plattenbau (edificio prefabricado típico), original de la antigua Alemania Oriental. Aquí vuelve a estar de moda todo lo que recuerda a los viejos tiempos (los setenta, los ochenta), cuando estaban al otro lado del telón de acero. En esa línea encontramos este albergue comunista retro, en el que uno tiene la sensación de que el tiempo no ha pasado. Tiene 30 habitaciones amplias y bastante cómodas decoradas con papeles pintados de dibujos imposibles, cómodas estilo retro y muebles clásicos de la época como la pared-armario Karat. Está a solo unos minutos a pie de Alexanderplatz, en el barrio berlinés de Friedrichtain. Por si fuera poco, desde este albergue se organizan visitas por Berlín en un Trabant, el coche más popular en los tiempos de la RDA.

05 Un nido de amor por todo lo alto

Hotel Crane, Harlingen (Holanda)

Habitación del hotel Crane, en Harlingen (Holanda), instalada en el interior de una vieja grúa portuaria.
¿Qué te parece dormir por los aires? ¿Cómo sería pasar una noche en una grúa? Esa es la grandiosa idea que ofrece el hotel Crane en el puerto de Harlingen, en Holanda, que ha convertido una antigua grúa de muelle en un cómodo nidito de lujo para dos. La grúa es de los años sesenta y estuvo en activo hasta 2001. Tras ser restaurada, comenzó a funcionar como alojamiento en 2003, gracias a una obra de arte de la ingeniería: se han sustituido las escaleras de acceso por un ascensor interno y la antigua sala de máquinas, en el cuerpo de la grúa, es una lujosa habitación propia de un hotel de diseño.
Los encargados de este curioso alojamiento han mantenido las ventanas de observación y la sensación industrial, pero añadiendo mucha calidez y comodidad: televisión de pantalla plana, un buen equipo de audio y, además, por arte de magia, un desayuno fantástico que llega cada mañana a través del ascensor. Las vistas del puerto son excepcionales, pero el plato fuerte del hotel es que podemos manejar los mandos y girar la habitación 360° en la dirección que uno quiera. Para muchos será hacer realidad un sueño infantil, ¿o no?

06 En una barcaza arrocera

Imperial Boat House Hotel, Tailandia

Piscina del hotel Imperial Boat House, en la isla tailandesa de Ko Samui.
Quienes fantaseen con dormir en un barco sin marearse, encontrarán la respuesta en el Imperial Boat House Hotel de la isla tailandesa de Ko Samui. EL concepto de este hotel surgió al comprar decenas de barcazas arroceras, que fueron transportadas a tierra firme y convertidas en casas de lujo. Todas las embarcaciones poseen madera de teca reluciente y todos los lujos necesarios para la vida (casi) en el mar. Si se añora el agua salada siempre se puede dar un paseo hasta la cercana playa de Choeng Mon. Los más exquisitos pueden reservar una barcaza privada de casi cien metros cuadrados. El hotel está a cinco minutos en taxi del aeropuerto Internacional de Ko Samui.

07 Un hotel muy leído

Library Hotel, Nueva York

Terraza del Library Hotel, en Nueva York.
En Midtown Manhattan, en el centro de la isla, hay un hotel que ningún amante de los libros debería perderse. El hotel biblioteca está inspirado en los libros, pero la temática que lo inspiró no es el mundo literario, sino las bibliotecas: cada una de las 10 plantas de este hotel es un homenaje al sistema decimal de Dewey (método utilizado en bibliotecas de todo el mundo para clasificar los libros).
Cada una de las 60 habitaciones está decorada con una colección de libros y arte en torno a un tema distinto dentro de la categoría a la que pertenece; por ejemplo, la octava planta (literatura) cuenta con habitaciones dedicadas al goce de la poesía y de la literatura erótica, mientras que la décima, muy tranquila, está dedicada a la informática. Los huéspedes pueden relajarse después de ver la ciudad leyendo cualquiera de los más de 6000 títulos que adornan el hotel.

08 La típica casa en el árbol

Kadir’s Tree House Hotel, Turquía

El complejo de cabañas Kadir’s Tree House, en el valle del Olimpo, Turquía.
Entre los pinos y laureles que coronan el valle Olimpo, en el sur de Turquía, se encuentra una versión para adultos de una clásica fantasía infantil: una casa sobre un árbol. Kadir’s Tree House es un conjunto de cabañas entre las ramas, con cabinas posadas sobre grandes troncos. Algunas tienen un ambiente rústico asombrosamente realista, esa clase de estilo en ruinas que puede poner nervioso a más de uno a semejante altura, aunque según los comentarios recibidos de viajeros son igual de seguras que una casa en tierra firme. El único inconveniente es la falta de intimidad, ya que tienen capacidad para 300 huéspedes. Kadir’s solo acepta clientes con reserva y la estancia mínima es de tres noches; alojarse en una de sus 85 habitaciones cuesta algo menos de 100 dólares por noche.

09 Hotel de supervivencia

Survival Pod Hotel, La Haya (Holanda)

Una de las cápsulas diseñadas por Denis Oudendijk. / D. Oudendijk
Los hoteles cápsula no son exclusivos de Japón: se pueden encontrar también en Europa, aunque son algo diferentes. El Survival Pod Hotel consta de varias cápsulas de color naranja ancladas en el paseo de Scheveningen, cerca de La Haya. Cuestan entre 100 y 200 dólares y algunas solo incluyen un saco de dormir… pero hay gente para todo. Se trata de una propuesta original creada como proyecto artístico en 2004. Su propietario, Denis Oudendijk, ha desarrollado diversos modelos y está trabajando en otros puntos en el centro de Ámsterdam, Bélgica y Nantes, en Francia.
Las habitaciones, brillantes y naranjas, son antiguas cápsulas que estuvieron en servicio en una plataforma petrolera, allá por los años setenta. Sólo tienen 4,25 metros de diámetro y están tal cual. Lo único que le han añadido es un sistema de seguridad para bloquear la entrada y en el interior, un WC químico. Muy lujosas no son, pero caben tres personas y es una experiencia diferente. El “paquete de supervivencia básica” incluye un saco de dormir y raciones de emergencia, y te puedes sentir casi como James Bond escapándote en la escena final de La espía que me amó". El paquete de lujo incluye un reproductor de DVD con todas las películas de 007.

10 A punto de despegar

Jumbo Hotel, Estocolmo

Cafetería del Jumbo Hotel, en Estocolmo.
En casi todos los listados de alojamientos curiosos aparece el Jumbo Hotel, un Boeing 747-200 de dos pisos ubicado en el aeropuerto internacional de Estocolmo y convertido en un magnífico hotel desde 2009. Cuenta con 25 habitaciones de diferentes categorías y algunas suites, una de ellas en la cabina, dotadas con baño privado y con vista hacia las pistas del aeropuerto de Arlanda. Por supuesto, no falta una cafetería, en el segundo piso. La mayoría de las habitaciones tienen baños y duchas compartidas, solo las suites de la parte superior tienen más intimidad. Todas tienen aire acondicionado, wifi y televisión. Cada habitación tiene espacio para tres camas.

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