La batalla campal en los alrededores del palacio
presidencial en El Cairo ha dejado al menos cinco muertos, según
informaron fuentes de la seguridad egipcia. Además, otras 446 personas
han resultado heridas. El jefe del departamento de Ambulancias del
Ministerio de Sanidad, Mohamed Sultán, citado por la televisión egipcia,
precisó que los fallecidos murieron por disparos de arma de fuego.
La tensión va en aumento y, de hecho, la Armada egipcia ha desplegado varios tanques delante del Palacio Presidencial en el Cairo tras los fuertes enfrentamientos.
Tres carros de combate pesados y otros tres blindados ligeros
se han situado delante de la entrada del complejo presidencial, en el
barrio de Heliopolis, donde varios centenares de partidarios del
presidente seguían manifestándose a primera hora de la mañana.
Ante la gravedad de la situación, el presidente islamista, Mohamed Mursi, pronunciará hoy un discurso
sobre los últimos acontecimientos en el país. A su vez, los opositores
han convocado tres marchas para hoy hacia el palacio presidencial, en
protesta contra lo que consideran los ataques de ayer de "milicias" de
los Hermanos Musulmanes.
Pelas cuerpo a cuerpo
Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de simpatizantes de Mursi irrumpió en la zona donde acampaban los opositores y levantó sus tiendas. Se han producido choques entre partidarios y detractores, en los que se han arrojado cócteles incendiarios y piedras, y Varios vehículos han sido incendiados.
Los partidarios de ambos bandos se han enzarzado en peleas cuerpo a cuerpo, mientras las ambulancias evacuaban a los heridos.
Para calmar los ánimos, el primer ministro egipcio, Hisham Qandil,
ha pedido en una declaración institucional a "todos los manifestantes"
en torno al Palacio Presidencial que abandonen la zona de inmediato para
que se facilite el regreso de la calma.
Qandil reclamó la vuelta a la tranquilidad "para dar la oportunidad a
los esfuerzos que se están llevando a cabo actualmente, para comenzar
un diálogo nacional y salir de la crisis política actual", informa Efe.
Horas antes, el jeque de Al Azhar, la principal institución islámica de Egipto, Ahmed al Tayeb,
también pidió a todos los egipcios, "cualquiera que sea su filiación",
que se contengan y recurran al "diálogo pacífico y civilizado que
corresponde a Egipto y los egipcios".
Además, dos sedes del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo
político de los Hermanos Musulmanes, han sido incendiadas en las
ciudades de Ismailiya y Suez (noreste de Egipto) por manifestantes contrarios contra el presidente.
Según explicó la cofradía islámica en su Twitter, su sede en Suez fue
atacada y destrozada por los manifestantes, que también prendieron
fuego a una oficina del PLJ en Ismailiya, de acuerdo con la agencia
oficial egipcia, Mena.
Anoche varias y multitudinarias marchas confluyeron en las inmediaciones del recinto presidencial para denunciar el "autoritarismo" del blindaje presidencial y la nueva Constitución que será sometida a referéndum el próximo 15 de diciembre.
La imagen de miles de personas rodeando el complejo palaciego animó a
la oposición a proseguir con las protestas. El Partido de la
Constitución, liderado por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, llamó a mantener la acampada en los alrededores del palacio
de Ittihadiya -en el barrio cairota de Heliópolis- hasta el próximo
viernes, sin desmovilizar el otro corazón de los detractores del
presidente Mohamed Mursi: la simbólica y céntrica plaza Tahrir.
Mursi no reside en el complejo presidencial, por lo que ayer abandonó el lugar tras su jornada laboral y esta mañana ha regresado al inmueble como de costumbre.
Respecto a la Carta Magna, el vicepresidente Mahmud Meki ha asegurado este mediodía que una decena de artículos podrían ser revisados por la oposición
una vez aprobada la Constitución en referéndum, al tiempo que ha
insistido en que están abiertos al diálogo con los opositores, que la
solución no son las manifestaciones, sino las urnas.
Por su parte, la ONU ha hecho un llamamiento al "diálogo" en Egipto
para resolver las diferencias y pidió que las protestas entre
partidarios y detractores del presidente, Mohamed Mursi, se lleven a
cabo de manera "pacífica".
'Vete, vete'
Al grito de "vete, vete", la multitud dejó sus mensajes en los muros
del recinto o mostraron pancartas contra la deriva del 'rais'. Las
protestas también se extendieron a las ciudades norteñas de Alejandría, Suez o Port Said y las sureñas de Luxor o Asiut.
La demostración de fuerza de la oposición fue duramente criticada por los Hermanos Musulmanes
"la organización a la que pertenece Mursi- y sus aliados salafistas
(rigoristas). La Hermandad y el resto de fuerzas islamistas habían
convocado esta tarde una manifestación en apoyo al presidente ante el
palacio presidencial, con el riesgo de que estallasen choques violentos entre partidarios y detractores del jefe del Estado (como ya ha ocurrido).
Además, los islamistas han llamado a tomar la calle el próximo viernes. En un comunicado, acusan a la oposición de organizar marchas violentas
contra "un presidente elegido legítimamente" y apuntan que la profunda
polarización que vive el país "se resuelve en las urnas, no saboteando
el país y su economía".
Con la resaca del éxito de la convocatoria, el Frente de Salvación
Nacional -que integra a los principales partidos opositores- anunció las
tres demandas cuyo cumplimiento exigen a Mursi antes de las nuevas
citas contestatarias del viernes. La organización reclama la retirada de
la declaración constitucional del pasado 22 de noviembre, que sitúa por encima de la ley las resoluciones del presidente; la suspensión del referéndum sobre una nueva Carta Magna aprobada sin consenso por los islamistas y la formación de una nueva Asamblea Constituyente que elabore un texto fundamental representativo de la sociedad egipcia.
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