
El
proyecto que partió de la bancada de legisladores del Frente Amplio,
cuyo principal impulsor fue Sebastián Sabini, establece que las parejas
homosexuales, compuestas por hombres, puedan adoptar niños. En el caso
de que la homosexualidad se dé entre mujeres, habilita a utilizar
técnicas de fertilización in vitro para concebir.
Otra de las disposiciones revolucionarias de la iniciativa se refiere
a la posibilidad de que cualquier pareja pueda elegir el orden de los
apellidos que llevarán sus hijos.
Para el caso de una pareja heterosexual, si no hay un consenso sobre el orden, el primer apellido será el del padre.
Si se trata de parejas homosexuales, en caso de no haber consenso
sobre el orden del apellido que llevará el niño, éste se seleccionará
por sorteo el cual se deberá mantener para los siguientes hijos de esa
pareja.
El proyecto contó con los votos frenteamplistas, de legisladores
colorados e Independientes y algunos parlamentarios nacionalistas
quienes expresaron sus matices.
La iniciativa se votó en general a la hora 12:30. Pero luego se
modificó el artículo 14 el cual no permite que los hijos del matrimonio
homosexual puedan conocer a sus padres biológicos. La nueva redacción de
este artículo sumergió a los legisladores en un debate técnico que se
extendió hasta la hora 1 de la madrugada de este miércoles.
Finalmente se optó por el hecho de que si en una pareja de mujeres
casadas una de ellas decide embarazarse por reproducción asistida, el
niño no podrá conocer al padre biológico. Mientras que opta por tener un
hijo con un hombre, fuera de su matrimonio homosexual, tampoco se podrá
invocar ningún contrato, lo que impide al niño determinar quién es su
padre biológico.
Discusión
El diputado socialista Julio Bango, miembro informante del proyecto,
remarcó que la iniciativa “modifica los artículos del Código Civil que
refieren al sexo o género de las personas, habilitando que todas las
parejas puedan acceder a los mismos derechos y obligaciones”.
Recordó que la aprobación del proyecto generó un proceso de discusión
interna dentro del Frente Amplio, dado que había legisladores que no
compartían los artículos que establecían la posibilidad de que todas las
parejas pudieran elegir el orden de los apellidos.
Resaltó que finalmente se acordó que los hijos de las parejas
heterosexuales seguirán teniendo el apellido paterno en primer lugar,
pero se les otorgará “un grado de libertad más para que si quieren lo
puedan invertir”.
Bango dijo que la aprobación del proyecto de matrimonio igualitario
“debe unirse con la Ley de despenalización del aborto, la de acciones
afirmativas para los afrodescendientes y al proyecto para la regulación
del cannabis”.
Por su parte, Luis Puig (Partido por la Victoria del Pueblo) dijo que
la norma “democratiza el matrimonio al otorgar la posibilidad de optar
por el apellido del niño”.
“Estamos dando un paso fundamental en materia de derechos humanos,
pero el desafío es más importante aún para estar en condiciones de
discutir en los centros de trabajo”, dijo.
Por su parte la diputada de la Corriente de Acción y Pensamiento –
Libertad, e integrante del Colectivo Ovejas Negras Valeria Rubino, dijo
que “es de por si triste escuchar a algunas personas que ocupan cargos
de legisladores decir que el Estado y la ley deben impedir el derecho a
contraer matrimonio con la mujer que amo. Es triste ver que para algunos
legisladores el único modelo válido de familia es su familia y que mi
forma de amar daña a los niños”.
Por su parte, el nacionalista Gustavo Borsari, presentó un proyecto
alternativo que otorga los mismos derechos a las parejas homosexuales
pero bajo el término “unión civil”, y dijo que “no es discriminatoria
sino integracionista”, en ese momento desde las barras el legislador fue
abucheado.
El también nacionalista Pablo Abdala dijo que votaba en contra a
pesar de que aceptó que se estaba ante un problema de derechos y
equidad.
“Entiendo que hay que tomar decisiones de carácter político y
legislativo frente a un problema que tenemos que resolver, pero nos
negamos ahora y siempre a postular el concepto de que hay verdades
únicas, oficiales”, dijo.
En cambio, su compañero de bancada, Ricardo Berois, quien votó a
favor del proyecto, y se manifestó católico, argumentó que el proyecto
trata de “formalizar ante la ley el amor de dos personas del mismo
sexo”.
“Se trata de darle la misma oportunidad que hemos tenido los
heterosexuales. El matrimonio viene en picada y los divorcios en
aumento vertiginoso. Por qué tengo que negar la posibilidad a personas
del mismo sexo a contraer matrimonio cuando quieren comprometerse con
esta institución que viene en desuso, hay que legitimar el compromiso”,
dijo.
El diputado colorado Fitzgerald Cantero discrepó con el artículo 14
del proyecto el cual determina que los hijos de parejas homosexuales no
podrán conocer la identidad de sus padres biológicos, el cual fue
modificado.
El también colorado Fernando Amado resaltó que la igualdad de obligaciones y de derechos ha sido su lema.
“Estamos comenzando a saldar una deuda social histórica. Voto
afirmativo sin peros, sin amagues, sin presiones de lobbies, de una
presión rosada. Sí formamos parte de una columna de ciudadanos
orgullosos de querer terminar con el despotismo”, sentenció Amado.
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