El PSOE y el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC)
—que representa a los socialistas en esa comunidad autónoma— ya sabían
desde hacía tres meses que mantenían una seria “discrepancia”. Lo sabían
y lo admitían en público con tranquilidad: el PSC abrazó en septiembre el “derecho a decidir”
(aunque subrayando que debe ejercerse legalmente) y el PSOE rechaza de
plano que los catalanes tengan ese derecho al margen del resto de
españoles. Esa “discrepancia” no ha puesto en riesgo en ningún momento
la relación entre ambos.
Pero esta semana los socialistas de Cataluña han dado un paso más: su primer secretario, Pere Navarro, anunció el jueves inesperadamente, en el debate de investidura de Mas, que su partido no pondrá “palos en las ruedas” del plan soberanista proyectado por CiU y ERC.
Lo que se traduce en que se abstendrá en “todas las votaciones” que
tengan que ver con eso —no solo con la consulta sino con las
“estructuras de Estado” que el presidente Mas quiere ir creando— durante
la legislatura. El PSC sigue estando en contra de que la Generalitat
cometa ilegalidades, pero no votará en contra cuando se sometan a
votación (si eso llega a darse). Ese anuncio ensanchó de golpe la
“discrepancia” con el PSOE y ayer el foco se dirigió a la dirección
federal.
“El PSOE está en contra de ese referéndum, que no solo sería ilegal sino desastroso.
Trabajaremos por el diálogo, pero hay posiciones de las que el PSOE no
se va a mover. Diremos que no, en todo caso y siempre, a un referéndum
en el que se plantee la separación de Cataluña del resto de España”,
dijo la número dos del PSOE, Elena Valenciano,
con un tono que sonó más tajante que nunca. Preguntada por si Navarro
les había explicado su decisión, contestó: “Ellos conocen nuestra
posición, nosotros conocemos la suya. No, no nos lo han consultado”.
Fuentes cercanas al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba,
aseguran que el PSC no le adelantó nada y que eso ha generado “cierto
malestar”. “Es verdad que hace unos días el PSC nos habló de que, ante
una propuesta de ley sobre la consulta, ellos querrían abstenerse. Pero
esto no es una votación de una ley, esto es todo el proceso soberanista.
Esto no lo sabíamos”, afirman estas fuentes. Aun así, siguen restando
importancia a la discrepancia y subrayan que no es nueva: “Esto es un
tema suyo [del PSC]. Nosotros, cuando nos pregunten, seguiremos diciendo
que estamos en contra. Y en lo principal coincidimos: rechazamos la
independencia”.
La decisión de abstenerse en todo lo referido al plan soberanista es
una idea a la que el PSC daba vueltas desde hacía semanas y que
considera coherente con sus planteamientos. Fuentes de la dirección de
los socialistas catalanes aseguran que así se lo hicieron llegar a
Rubalcaba, aunque admiten que Navarro no llegó a comunicarle que
realizaría ese anunció de manera taxativa en el debate. Los propios diputados del PSC tampoco lo supieron hasta apenas una hora antes de que Navarro subiera a la tribuna.
Un dirigente del PSC explica que pretenden acabar con “la
incertidumbre” que se producirá esta legislatura, en la que habrá más
resoluciones e iniciativas para hacer posible la hoja de ruta de CiU y
ERC. Algunos diputados socialistas catalanes creen que, si el PSC
defiende el derecho a decidir, no puede negarse a votar otros acuerdos
que busquen más consensos, como parece intuirse que ocurrirá por el
discurso de Mas.
Otro conflicto puede abrirse si alguna resolución llega a someterse a
votación en el Congreso. El protocolo que hace meses empezaron a
negociar PSOE y PSC sobre la posibilidad de que los diputados
socialistas catalanes pudieran saltarse la disciplina de voto en
determinadas votaciones está “parado”, dicen fuentes de la federal.
No lo atribuyen a las “discrepancias” de este momento, pero insisten: está “más que parado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario