La última gran actualización de iOS6, el sistema operativo para
móviles y tabletas de Apple, trae más de 200 actualizaciones, pero una
de las más importantes es el cambio de cartografía digital. Del Google
Maps, que se estrenó con el primer iPhone en 2007, a sus propios mapas,
aunque en realidad son de terceras compañías dedicadas a la
geolocalización, como TomTom.
La primera experiencia con Apple Maps no es buena, porque la
aplicación cartográfica tarda muchísimo en cargar. Mucho más de lo que
costaba con Google Maps. Da igual que sea en versión estándar, modo
híbrido o satélite. Hablando claro, se queda en cuadraditos, como en esta imagen colgada en Tumbrl, un sitio donde usuarios de todo el mundo van colgando las pifias que descubren. El modo 3D es, de todos, el que más lento va.
Mientras las redes sociales ardían con bromas sobre las pifias, la portavoz de la compañía, Trudy Muller, ha pedido paciencia a los usuarios a través del medio digital AllThingsD.
A clientes de la compañía en Londres les han desaparecido la estación de Paddington o les han situado en Ontario, informa The Guardian. También los franceses han perdido o se han despistado sus monumentos. Y lo mismo ocurre en Australia o en Alemania. Las quejas son de punta a punta del planeta, incluso en el foro de discusiones de la página de Apple.
Concretamente, al activar la localización, y cuando termina de
cargar, el móvil me ha situado en el trabajo, al lado de la manzana de
la Discordia barcelonesa, en Aragón con paseo de Gràcia, donde están las
casas modernistas Ametller y Batlló. Es decir el nuevo sistema me sitúa
donde realmente estoy. Cada edificio está en su sitio, desde la
fundación Tapiès al Museo del Perfume. Las ciudades de Madrid, París o
Londres también siguen en su posición geográfica.
Pero, mientras la información de tráfico se puede activar, es
imposible saber sobre el mapa si hay una parada de transporte público
cerca. Ni metro, ni autobús ni ferrocarril. A diferencia de Google Maps,
que daba resultados directamente, erróneos o no, el sistema de Apple no
entiende por aproximación. Por ejemplo, cuando se escribe estación de
Sants, la principal de Renfe en la ciudad de Barcelona, envía a 781
kilómetros, en ¡Andalucía!
El buscador no da resultados si se pregunta por las paradas del metro
de Madrid o Barcelona o Bilbao, tampoco si se piden planos de estas
instalaciones, algo que jamás ocurre con Google Maps.
En el caso de monumentos como la Sagrada Familia, no sabe nada o si
da una pista al escribir catedral de la Sagrada Familia, envía a Ibiza;
si se escribe iglesia de la Sagrada Familia, cero resultados. Y,
finalmente, La Alhambra. Apple Maps la sitúa en Granollers en un iPhone,
pero en otro iPhone da dos opciones: Santiago de Querétaro o Cancún,
ambos en México. Algo parecido ocurre con la búsqueda Costa Brava. Solo
dos opciones, ambas en Suráfrica. En el caso de los museo Picasso,
aunque hay varias opciones en España (Barcelona y Málaga las más
populares), Apple Maps envía a Buitrago de Lozoya gracias a los
servicios de un sitio norteamericano llamado Yelp.
Tampoco hay suerte con el "Río Ebro", pues el mapa enseña Río de Janeiro, eso sí, aclarando "ubicación aproximada".
Sí acierta con la playa La Concha de San Sebastián, no así con la del
Sardinero que, para Apple Maps es una calle de Alcobendas (Madrid). Si
se añade la pista de "en santander", la respuesta es de cero resultados.
Tampoco hay suerte con el "Río Ebro", pues el mapa enseña Río de
Janeiro, eso sí, aclarando "ubicación aproximada". Y si se buscan las
pirámides de Gizeth, efectivamente allí va, pero todas las carreteras
adyacentes están rotuladas en árabe. Del aeropuerto de El Prat, ni idea;
tampoco del de Castellón (ahí, comprensible) y con el de Barajas hay
que especificar "Madrid" o se va a una carretera. En el caso de las casa
colgadas de Cuenca el resultado es el Club Conquense de Billar casa
Colgadas "ubicación aproximada".
Google Maps, a través del navegador
La cartografía de Google ya no está disponible en iOS6. Era una
aplicación nativa, es decir, incrustada en el sistema operativo desde
2007 y no se podía eliminar. La actualización a iOS6 se la ha llevado
por delante, siendo sustituida por la de Apple. La única posibilidad de
seguir utilizando el sistema de Google es a través del navegador. De
Safari, Chrome, Opera o el que tenga instalado en su iPhone o iPad. Es
más lento, pero es una solución. Otra consiste en instalar esta versión
web en la pantalla de inicio.
Mientras Google ha desarrollado una aplicación de YouTube específica
para el sistema operativo móvil de Apple, disponible en App Store y
lanzada el día antes de la presentación de iPhone 5, el buscador no
tiene aún preparada la de Google Maps.
La primera incursión de Apple en este universo no está siendo
satisfactoria para sus clientes. Tom Tom, la compañía de geolocalización
que ha suministrado parte de los datos, ha defendido su trabajo."La
experiencia de usuario viene determinada al añadir otras funcionalidades
a la aplicación", ha declarado un portavoz de la empresa a la BBC.
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