Pese a las encontradas posiciones que hacen prácticamente imposible
el acuerdo, el Govern de la Generalitat ha decidido no cejar en su
empeño y exigir a Rajoy que Cataluña pueda gestionar directamente sus
tributos. Pero en qué consiste, concretamente, la propuesta de pacto
fiscal que Mas presentará hoy a Rajoy.
¿Cuál es el sistema fiscal general de las comunidades autónomas?
Se regula por la ley orgánica de Financiación de las Comunidades
Autónomas (Lofca) que establece que los recursos de las comunidades
autónomas se obtienen fundamentalmente a través de impuestos propios o
cedidos por el Estado y en participaciones en los grandes tributos
estatales, además de tasas y rendimientos procedentes del patrimonio de
cada comunidad. Estos recursos se ingresan en las arcas del Estado y
éste, a posteriori, hace aportaciones a cada comunidad en función de
diversas variables como puede ser el peso de la autonomía en el PIB
estatal. En el caso de Cataluña, algunas de estas variables se
actualizaron con el nuevo modelo de financiación establecido a raíz de
la revisión del Estatut d’Autonomía (2006) de manera que una parte de
los impuestos que los catalanes pagan por encima de la media revierte en
más recursos para la Generalitat.
¿Cómo funciona el sistema de concierto?
El sistema de concierto se caracteriza porque la responsabilidad
sobre la recaudación tributaria recae en las diputaciones provinciales
de los territorios forales que se encargan de la gestión, recaudación y
liquidación de la mayoría de los impuestos. Una vez realizado esto, cada
año se concreta el llamado "cupo", es decir, la aportación que la
comunidad autónoma debe pagar al Estado en compensación por los
servicios prestados.
¿Qué persigue Cataluña con el pacto fiscal?
Cataluña quiere recaudar y gestionar todos los tributos mediante una
Agencia Tributaria propia, estableciendo un mecanismo adecuado para
traspasar a la Generalitat las competencias y los medios actualmente
atribuidos a la Agencia Estatal de Administración Tributaria en
Cataluña. Se trata de invertir los papeles que actualmente desarrollan
Estado y Generalitat y evitar que ésta última actúe únicamente como ente
recaudador.
¿Por qué hablan de expolio fiscal?
La Generalitat considera que debería ser mucho mayor el retorno de la
aportación catalana al Estado. Es decir, la diferencia entre los
ingresos de la Administración central en Cataluña y los gastos del
Estado en territorio catalán. Pero el cálculo de las balanzas fiscales,
complejo por la dificultad de regionalizar tributos como el IVA o el
impuesto de sociedades, es muy dispar entre Estado y Generalitat. La
última comparación pública del Gobierno que se hizo en estos términos
data de julio de 2008 pero con referencia al ejercicio de 2005. En aquel
momento, el Ministerio de Economía cifró el déficit fiscal de Cataluña
en el año 2005 entre el 8,69 y el 8,7% de su Producto Interior Bruto
(PIB). Mientras, la Generalitat calcula que el déficit fiscal catalán,
en 2006, fue de 10.320 millones de euros, cuantía que supuso el 5,6% del
PIB catalán, y en 2009, el déficit fiscal se situó en 11.261 millones
de euros, cifra que representaba el 5,8% del PIB.
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