Como las hojas de los árboles, o el pelaje de los animales, el
cabello humano también se cae con la llegada del otoño. Forma parte de
nuestra herencia como animales mamíferos que un día fuimos, y los
especialistas insisten en que es un proceso normal de renovación del
pelo, que vuelve a nacer transcurridos unos meses sin necesidad de
recurrir a vitaminas ni lociones anticaida. "Hay épocas del año en las que el pelo se recambia más que en otras",
explica a ELMUNDO.es el doctor Ramón Grimalt, coordinador del Grupo de
Tricología de la Academia Española de Dermatología; "y aunque algunas
especies mudan todo su pelaje de golpe en una sola época del año, en el
caso de los humanos esta 'muda' es progresiva".
"De cada 100 pelos que tenemos, siempre hay un 12-15% en fase de
recambio", prosigue el profesor Juan Ferrando, profesor titular de
Dermatología en el Hospital Clínic-Universidad Autónoma de Barcelona; de
manera que tardamos alrededor de cuatro años en renovar completamente
la cabellera.
Tres meses en caer
Esta caída aleatoria (que evita las calvicies localizadas) sólo tiene
una excepción: los recién nacidos. A los tres o cuatro meses, los bebés
pierden prácticamente toda la pelusa inicial que cubre su cabeza para
dejar paso al pelo nuevo. A partir de ahí, nuestro cráneo se irá
repoblando de manera aleatoria durante toda la vida; aunque no
inmediata: los pelos tardan unos tres meses desde que mueren hasta que se caen definitivamente (y los vemos en la almohada o en el lavabo).
Por eso, que esta pérdida sea más evidente en otoño tiene que ver con
el ciclo de nacimiento y crecimiento del pelo. "En general, el pelo
muere en primavera, aunque suele tardar tres meses en caerse", prosigue
Grimalt, "y no hay que olvidar que si un pelo muere es porque hay otro
detrás empujando para nacer". "En los últimos años, coincidiendo con el
cambio climático, sí hemos visto cómo la muda se adelanta un poco, a los
meses de agosto-septiembre", apostilla Ferrando.
No es pérdida, es renovación
Ambos especialistas insisten en que casi todos los cabellos que se caen en otoño se recuperan; "y reaparecerán al cabo de tres o cuatro meses
tanto si tomamos esos suplementos de vitaminas con los que ahora nos
bombardean por televisión, como si no", destaca Grimalt, muy crítico con
este mercado que "mueve millones de euros". "Es como si a una mujer le
dan unas gotas para que no tenga la regla y le dicen que harán efecto en
cuatro o cinco días; nuestros folículos necesitan renovarse igual que
lo hace el endometrio en cada menstruación".
Grimalt tiene otro mensaje de tranquilidad para los temerosos de la
calvicie, no es sólo que el pelo vuelva a nacer, "sino que ninguna forma
de alopecia cursa con un desprendimiento súbito del cabello". Y ese es
el mensaje que transmite a la mayoría de los pacientes que visitan su
consulta en estas fechas ("un 80% más ahora que en febrero"): "Ocho de cada 10 personas no tienen nada, sólo están asustadas por quedarse calvas".
Y aunque muchas de ellas son mujeres, los dermatólogos aclaran que el
fenómeno no es exclusivamente femenino: "Lo único que ocurre es que el
cabello largo se ve más cuando se cae".
Siguiendo con el desmontaje de mitos, el doctor Ferrando recuerda que
no es cuestión de cepillar el pelo con cuidado o evitar peinados
tirantes en el caso de las mujeres, como recomiendan algunas páginas de
estética. "Tenga en cuenta que la raíz del pelo está a medio centímetro
de profundidad por debajo de la piel; los cabellos que logramos
arrancarnos fácilmente es porque están en fase de renovación, ya medio
sueltos" (de la misma manera que lavarse el pelo a menudo no está relacionado con la calvicie, sino con la higiene).
Una desmitificación que se puede aplicar también al famoso mito de las
canas ('si te arrancas una te saldrán siete nuevas'). "Sólo coincide con
que las canas cada vez salen más", bromea Ferrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario