El Banco de España ha publicado este miércoles una nota informativa para tratar de arrojar algo de luz sobre la evolución de los depósitos
en la banca ante el temor de que la desconfianza en el sector esté
motivando la retirada de fondos de las entidades. Según indica el
supervisor, entre julio de 2011 y julio de 2012, las familias y empresas
españolas redujeron sus depósitos en los bancos en 85.000 millones de
euros. No obstante, "no toda esta cifra ha supuesto un impacto en la
liquidez" de las entidades, ya que han sustituido los depósitos por pagarés
por un volumen de unos 30.000 millones a raíz del cambio en la
regulación del pasivo. A partir de estos datos, la retirada neta de
depósitos sería de 55.000 millones en un año. Asimismo, en otra parte
del informe, el organismo que preside Luis María Linde concreta que las
familias y empresas españolas se han llevado 15.000 millones al
extranjero entre junio de 2011 y junio de 2012, últimos datos
publicados, lo que supone poco más del 1% del todo el dinero que tienen
en depósitos.
Los cambios de pagarés, que no están garantizados, a depósitos,
destaca el Banco de España, "no ha supuesto ninguna alteración en la
financiación de la banca española" o de su liquidez. El origen de la
confusión sobre una eventual salida masiva de capitales, que debe
analizarse siempre teniendo en cuenta solo el comportamiento de las
familias y empresas residentes el país, explica la nota, está en el
error de recurrir a los datos del Banco Central Europeo, que recoge
tanto los datos de las Instituciones Financieras Monetarias (IFM)
—principalmente entidades de crédito— como de los titulares de depósitos
distintos de las IFM.
Por tanto, matiza el supervisor, los datos del BCE "no se
corresponden con datos de balances bancarios estrictamente, ni se
refieren tampoco estrictamente a los bancos". Es más, bajando al
siguiente escalón, el de los depósitos que no son de IFM, las
estadísticas del instituto emisor europeo también recogen, junto a los
depósitos de familias y empresas, los que realizan las comunidades o
Ayuntamientos, los de los residentes de fuera de España así como los
depósitos de sociedades de seguros, de los fondos de pensiones o de los
fondos de inversión, lo que condiciona el análisis.
Según los balances del BCE, el dinero depositado en las entidades
financieras por este amalgama de ahorradores bajó en 232.000 millones de
euros entre julio de 2011 y julio de 2012. De esta cifra, no obstante,
hay que tener en cuenta que 142.000 millones de euros, el 61% del total,
corresponde a dinero que no era ni de las familias ni de las empresas.
En concreto, en este apartado se incluyen unos 20.000 millones de
depósitos de las llamadas entidades de contrapartida y que han pasado a
considerarse como financieras, cuando hasta ahora no lo eran, con lo que
sus fondos han pasado a contabilizarse en otra estadística. Otros 5.000
millones corresponden al recorte en los fondos que los propios bancos
depositan en las cámaras de compensación en garantía dentro de su
actividad rutinaria para operar en los mercados (conocidos en el argot
como repos), que se han reducido por la crisis de deuda.
Además, continúa el Banco de España, unos 80.000 millones de euros
corresponden a los depósitos de sociedades y fondos de titulización. "En
su mayor parte, la cifra refleja la amortización anticipada de bonos de
titulización retenidos por los propios bancos que los originaron",
señala el supervisor, que insiste en que tampoco esta operación supone
un descenso en la liquidez o en la financiación para el banco que la
ejecuta. El motivo del descenso registrado en estos vehículos de
inversión, explica, es que las entidades ya no pueden usar dichos bonos
como colateral (garantía) a la hora de buscar financiación.
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