
Sin embargo la situación uruguaya es atendida desde todo el mundo, en tanto otros países aguardan ver qué ocurre, para a su vez, entrar a enfrentar la droga legal más mortífera del planeta. Las tabacaleras temen que las medidas que adoptó Uruguay sean copiadas por otros países y retrasen sus ganancias en decenas de millones de dólares.
OMS: de apoyo a relatividad
Para la OMS, en el juicio de la tabacalera al Estado uruguayo, nuestro país tiene varios puntos a favor, pero también hay otros al menos controvertidos. En su interpretación de las intenciones, entiende que Philip Morris busca más que se flexibilicen las restricciones a la industria tabacalera, que una indemnización en metálico.
“Según estudios empíricos y descriptivos, la liberalización del comercio y la inversión extranjera directa puede representar riesgos para el control del tabaco”, entiende la OMS. Agrega que la intención de la multinacional está en “disuadir” a otros países para que desistan de aplicar medidas antitabaco.
Sin embargo reconoce que nuestro país, permitió actividades que luego limitó, en tanto la inversión se había instalado y el tratado bilateral con Suiza, desde donde se reclama, “no indica explícitamente” la potestad estatal para marcar límites a un emprendimiento. De la interpretación de este último aspecto surgirá la dilucidación de si nuestro país violó o no los convenios firmados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario