París, 31 ago (PL) Rusia, Brasil y la India ratificaron su participación en la reunión del llamado Grupo de Contacto para analizar el futuro de Libia, después que los rebeldes tomaron Trípoli.
En un panorama todavía incierto, sin que se conozca el paradero del líder libio Muamar Gaddafi, una veintena de países encabezados por los integrantes de la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza, conversarán mañana en el Palacio del Elíseo.
La presencia de Rusia, con el diplomático Mijail Marguelov, tiene un peso simbólico, en razón de que Moscú se abstuvo junto a China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el voto de la resolución 1973 que dio lugar a la acción militar en Libia.
Asimismo, el Gobierno ruso tampoco reconoció en julio pasado al Consejo Nacional de Transición (CNT) como autoridad de la nación norafricana.
Brasil, India, y dirigentes de la Liga Arabe, son igualmente esperados en esta capital para el encuentro, en el cual está anunciado el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, uno de los mayores impulsores de los ataques contra las fuerzas de Gaddafi -otrora aliado de París-, será el anfitrión de la cita, lo mismo que en marzo cuando se desató la agresión.
Detrás del telón, aunque ya de forma abierta, Francia comenzó a moverse en la esfera de los negocios del emporio petrolero libio con su gigante Total, a la vez que instaló su embajada en Tripoli al calor de la entrada en funcionamiento del CNT.
La administración francesa cerró un contrato multimillonario con el CNT para la venta de trigo, aprovechando el descongelamiento de fondos del Gobierno de Gaddafi en París.
En un panorama todavía incierto, sin que se conozca el paradero del líder libio Muamar Gaddafi, una veintena de países encabezados por los integrantes de la OTAN, con Estados Unidos a la cabeza, conversarán mañana en el Palacio del Elíseo.
La presencia de Rusia, con el diplomático Mijail Marguelov, tiene un peso simbólico, en razón de que Moscú se abstuvo junto a China en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el voto de la resolución 1973 que dio lugar a la acción militar en Libia.
Asimismo, el Gobierno ruso tampoco reconoció en julio pasado al Consejo Nacional de Transición (CNT) como autoridad de la nación norafricana.
Brasil, India, y dirigentes de la Liga Arabe, son igualmente esperados en esta capital para el encuentro, en el cual está anunciado el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, uno de los mayores impulsores de los ataques contra las fuerzas de Gaddafi -otrora aliado de París-, será el anfitrión de la cita, lo mismo que en marzo cuando se desató la agresión.
Detrás del telón, aunque ya de forma abierta, Francia comenzó a moverse en la esfera de los negocios del emporio petrolero libio con su gigante Total, a la vez que instaló su embajada en Tripoli al calor de la entrada en funcionamiento del CNT.
La administración francesa cerró un contrato multimillonario con el CNT para la venta de trigo, aprovechando el descongelamiento de fondos del Gobierno de Gaddafi en París.
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