La Estación Espacial Internacional (ISS) podría quedarse sin tripulantes a bordo en noviembre, tras el accidente del carguero no tripulado ruso Progress que se estrelló la semana pasada al fallar su cohete propulsor, según ha reconocido un portavoz de la NASA.
El problema es que las naves tripuladas Soyuz, con las que se hacen los cambios de tripulación, usan unos cohetes muy similares, por lo que si no se resuelve el fallo antes de esa fecha, los seis residentes habrán regresado en las dos Soyuz que están acopladas a modo de 'salvavidas en la ISS sin que hayan llegado sus relevos.
"Vamos a hacer lo que sea más seguro para la tripulación y para la estación espacial", que podría ser operado temporalmente desde la tierra, aseguró hoy en rueda de prensa el director del programa de la ISS de la NASA, Mike Suffredini.
El accidente ha obligado a reestructurar el calendario de lanzamientos, ya que las autoridades rusas han decidido suspender los de los cohetes portadores Soyuz y modificar el calendario de vuelos hacia y desde la ISS.
Misiones retrasadas
Estaba previsto que el 8 de septiembre volvieran a la Tierra tres de los seis tripulantes actuales del laboratorio espacial y los otros tres el 16 de noviembre. No obstante, su vuelta ha sido pospuesta hasta el 19 de septiembre, pues es la única oportunidad de aterrizar con luz del día en las estepas de Kazajistán en ese mes.
De no ser posible entonces, la siguiente oportunidad ocurriría el 27 de octubre, diez días después de los seis meses establecidos de vida orbital de la Soyuz.
Entre ambas misiones de regreso estaba en el calendario el lanzamiento el 22 de septiembre de otra nave rusa con los tres tripulantes de reemplazo del primer grupo pero ha sido pospuesto varias semanas.
Suffredini explicó que las autoridades rusas quieren asegurarse de que no hay un problema similar en los cohetes de las Soyuz y señaló que, si el fallo no se resuelve antes del 16 de noviembre y no es posible viajar con total seguridad a la ISS, el complejo espacial quedará temporalmente desalojado.
Naves 'salvavidas'
La estación espacial tiene actualmente dos de estas naves acopladas como medida de seguridad en caso de que sus tripulantes tuvieran que ser evacuados ante una emergencia. Otro de los problemas que señaló Suffredini es que las Soyuz están pensadas para estar un máximo de seis meses acopladas a la estación, por lo que el viaje de retorno del 16 de noviembre no se podría aplazar más.
La nave Progress M-12M se estrelló pocos minutos después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con cerca de tres toneladas de carga (alimentos, agua, oxígeno, combustible y equipos científicos) para la ISS.
Si Roscosmos puede resolver el problema del cohete, la NASA quiere que la agencia espacial rusa lance la próxima nave Progress con un nuevo cargamento a mediados de octubre.
Esta misión intermedia serviría a la NASA y a Roscosmos para asegurarse de que los cohetes están preparados y podrían mandar una Soyuz con nueva tripulación de reemplazo antes del 16 de noviembre.
Suffredini insistió en que a pesar de la pérdida de la carga, desde un punto de vista logístico la estación espacial "está en muy, muy buena forma".
El último transbordador
En julio pasado, el transbordador estadounidense Atlantis, con más capacidad de carga que las Soyuz, llevó toneladas de repuestos y comida, antes de que la NASA los retirara de funcionamiento.
El accidente ha vuelto a destapar el debate sobre la conveniencia de la retirada de los transbordadores estadounidenses, ya que la NASA no tenía una nave preparada para su reemplazo y depende de las rusas para llegar a la ISS. Mientras, ha pasado el testigo al sector privado el diseño y la construcción del vehículo con el que en el futuro enviará tripulación y carga a la ISS.
La Estación Espacial Internacional es un proyecto de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 países y esta sería la primera vez que se quedara sin habitantes desde que llegó la primera tripulación en noviembre de 2000.
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