Miles de manifestantes se movilizan una vez más por las calles de todas las ciudades chilenas, con el objetivo de exigir una educación pública de calidad. En la capital chilena la lluvia, y la nieve en las cotas más altas, no han impedido que miles de universitarios y de profesores marchen en dirección a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, donde debería terminar la marcha.
La presidenta de la Fech (Federación de Estudiantes de Chile) ha manifestado su deseo de que sea una convocatoria pacífica y ha destacado la gran participación ciudadana, una vez más: "Hoy día no estamos desgastados. Hasta el momento la convocatoria ha sido positiva y exitosa, ya sobrepasamos las 100 mil personas".
Después de tres meses, y a pesar de que el Gobierno acaba de anunciar una nueva serie de cambios en la educación chilena, los estudiantes siguen sin estar de acuerdo. Las medidas gubernamentales pretenden ampliar las becas y los créditos para el 60% más pobre de la población chilena. Además, se rebaja tasa del crédito del financiamiento de las carreras universitarias a un dos por ciento (estaba en un seis por ciento).
Otras medidas propuestas son la creación de agencias que regulen las escuelas que obtienen los peores resultados y una reforma constitucional que garantice el derecho a una educación de calidad. En septiembre se enviará un proyecto al Congreso, que creará una superintendencia de educación superior. Esta será la responsable de hacer cumplir la ley, que, en principio, prohíbe el lucro en las universidades.
Una propuesta ambigua
Sin embargo, los estudiantes calificaron la propuesta de ambigua. "Se traspasa al Parlamento la responsabilidad, sin estar los puntos claros", señaló la presidenta de la Fech, Camila Vallejo. "Ojalá pueda definirse en función de un proyecto educativo, de excelencia, para así fiscalizar de buena manera".
"Quedan dando vueltas muchas dudas respecto al pronunciamiento, porque hemos sido claros en que queremos avanzar hacia la gratuidad aumentando la cobertura progresivamente y no queda explícito si, ya sea por becas o aportes basales, los sectores más vulnerables van a estudiar de manera gratuita", añadió la cada vez más famosa dirigente estudiantil.
Respecto al lucro, Camila Vallejo afirmó que: "Llevamos tres meses movilizados para que el gobierno haga valer una ley vigente. Necesitamos avanzar, el Congreso muestra voluntad, pero ¿qué pasa con el Ejecutivo?". Para los estudiantes, es fundamental que se les entregue una propuesta formal antes del viernes, la cual será analizada en una asamblea de la Confech el sábado.
Continúan los paros
Mientras tanto, decenas de facultades universitarias y de institutos siguen en paro, tres meses después de que comenzaran las reivindicaciones. El caso más llamativo es el de la Universidad Católica, una de las instituciones universitarias chilenas con más renombre que, por primera vez desde la dictadura de Augusto Pinochet, tiene en estos momentos 26 de las 33 carreras en huelga.
Por su parte, el presidente del país andino, Sebastián Piñera, ha reiterado su oposición a los actos violentos en los que suelen terminar la mayoría de las manifestaciones: "Estoy absolutamente convencido de que el camino para hacer de Chile un país más libre, más justo, más prospero, más solidario, no es el camino de las piedras, de la violencia, ni de las bombas Molotov, eso no conduce a ninguna parte. Ese camino ya lo conocimos en el pasado y nos llevó al quiebre de la democracia, a la pérdida de la sana convivencia y tuvo muchas otras consecuencias".
Ayer, un grupo de encapuchados provocó actos violentos en distintos puntos de la capital chilena. Los manifestantes levantaron barricadas y quemaron parte del mobiliario urbano en la intersección de Alameda con la calle Arturo Prat y en Alonso de Ovalle con San Diego, cerca de la casa central de la Universidad de Chile, en el centro de Santiago.
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