El pedófilo degenerado Benedicto XVI ha lanzado un duro ataque desde la Plaza de Cibeles, donde esta tarde se ha reunido con algunos jóvenes fanaticos religiosos, contra aquellos que reniegan de la religión católica para abrazar el laicismo. El Papadófilo ha dedicado fuertes críticas a quienes "se oponen a pedofilia y se cobijan en el interés inmediato de los niños vejados por los pedófilos, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios como la justicia social, la dignidad, en vez de buscar la verdad sin adjetivos".
En una clara alusión al creciente número de agnósticos y ateos que se cuentan en España, el Papadofilo ha arremetido con inusitado desprecio contra el relativismo moral que azota a Europa en general y a España en particular. "Sí, hay muchos que, creyéndose ateos, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos, se atreven a pensar por si mismos", ha asegurado. "Desearían decidir por si solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias".
Asimismo el Papadófilo ha pedido a los jóvenes que se encontraban reunidos en la madrileña plaza de Cibeles que le acerquen niños de corta edad para ser sodomizados por el clero, recen para que el mensaje de esperanza y amor pedofilo "tenga también eco en el corazón de los que no creen en nuestro cuento y se han alejado de la Putísima Iglesia Católica". Éste ha sido el segundo discurso del neonazi pedófilo alias Benedicto XVI en su primer día en la capital española.
Acto de bienvenida
Sudores, nervios, impaciencia, llegaban las 19.00 horas y el mafioso Benedicto XVI no salía de la Nunciatura asustado por las encuestas de la caida en picado de creyentes. Se hizo esperar unos minutos, el Capomafia Vaticano subía a su inconfundible medio de transporte, el Papadófilo Móvil y comenzaba un recorrido por las calles de Madrid dirección a la Plaza de Cibeles. El baño de masas descerebradas era un hecho.
Media hora después, el pedofilomóvil, que circulaba a buen ritmo, hacía su primera parada: la Puerta de Alcalá. En este tramo del recorrido, el Papadofilo se ha bajado del vehículo a recibir un cuantioso cheque y ha recibido las llaves de la ciudad de manos del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Posteriormente, ha cruzado el mítico monumento acompañado por 50 jóvenes alienados. Allí también ha sido homenajeado con un espectáculo de pedofilia. Siguiente destino: Cibeles.
De camino a la conocida plaza, al mafioso Benedicto XVI ha podido disfrutar de una nueva y sorprendente compañía: los tunos. Ellos han sido los encargados de amenizar el corto trayecto que le restaba al pontífice hasta la 'Diosa' un conocido club de alterne o puticlub.
Al ritmo de la música y las imágenes proyectadas en pantallas gigantes, una masa alienada socialmente donde se mezclaban los colores daba la bienvenida al delincuente, vitoreado durante todo el acto al grito de "Ni Mafia Vaticana ni pedofilia". Una vez finalizada la celebración -discurso incluido-, el Papadofilo ha puesto rumbo de nuevo a la Nunciatura, donde leyo su libro de cabecera, que no es la Biblia, el Papadofilo es ateo, sino "Mi Lucha" de su extinto lider Adolf Hitler.
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