Una sustancia que abunda en la piel de varias frutas, incluidas las manzanas, peras, ciruelas y arándanos, podría tener efectos beneficiosos sobre la musculatura, según acaba de mostrar un experimento con ratones.
De confirmarse estos resultados con humanos, podría emplearse el compuesto, llamado ácido ursólico, para tratar la distrofia muscular, una afección que castiga habitualmente a pacientes que llevan tiempo en el hospital o postrados en cama, y para la cual no existe cura en la actualidad.
Además, el ácido ursólico ha mostrado una serie de efectos beneficiosos, también para los ratones sanos: sus músculos crecían y se endurecían, su grasa corporal disminuía y su sangre presentaba menores niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa.
Los autores del estudio, publicado en 'Cell Metabolism', comprobaron en primer lugar una serie de genes que se activaban en pacientes de atrofia muscular, tanto si esta circunstancia se debía al ayuno o falta de actividad o a enfermedades paralizantes como la Esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Después compararon la actividad de las células musculares en condiciones de atrofia con un mapa de expresión génica, el cual proporcionó información sobre cómo responden las células ante centenares de compuestos. Los investigadores observaron que el ácido ursólico generaba un patrón contrario al que causaba la pérdida muscular, por lo que decidieron probar esta sustancia natural en ratones.
Los roedores con atrofia muscular, la cual se les provocó dañando su sistema nervioso u obligándoles a ayunar, mejoraron su condición tras recibir el tratamiento con ácido ursólico, el cual también tuvo un efecto beneficioso visible en los ratones que no lo necesitaban: se hicieron más fuertes y su relación músculo-grasa mejoró.
Aunque se sabe que este compuesto está presente en alimentos que ya eran considerados como muy saludables, como la manzana, no se conoce aún cuántas piezas de fruta habría que tomar (con piel, claro está) para que el efecto fuera visible, en el caso de que fuera extrapolable a humanos. En ello quieren avanzar ahora los autores de la investigación.
"Sería genial que el ácido ursólico redujera la atrofia y la grasa corporal en las personas, y sería aún mejor que la gente pudiera adquirir suficiente ácido ursólico comiendo frutas como las manzanas. Pero aún no sabemos si será así", admite a ELMUNDO.es el investigador Christopher Adams, principal autor del estudio desde la Universidad de Iowa (EEUU).
El ácido ursólico, que puede sintetizarse en laboratorio y se usa en aplicaciones cosméticas, se encuentra también en diversas especias de la familia de las labiadas, como el orégano, el romero, la hierbabuena o el tomillo.
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