El Ministro de Salud de Alemania, Daniel Bahr, ha declarado que la epidemia de 'E. coli', que ha matado a 23 personas, ha tocado techo. "Hay razones para ser cautelosamente optimista y afirmar que lo peor ya ha pasado y que el ritmo de nuevas infecciones ha disminuido".
La autoridad sanitaria de la ciudad estado de Hamburgo, la ya famosa Cornelia Pruefer-Storcks, indicó que las clínicas que están atendiendo el brote "nos dicen que la situación está mejorando gradualmente. Estamos viendo cómo dan de alta a los primeros pacientes, otros están mucho mejor, así que los primeros atisbos de esperanza están en el horizonte".
Tras acusar erróneamente a los pepinos españoles primero y a los brotes de sojacuanto más tiempo pase, más difícil será dar con el foco de la infección". después como origen de la epidemia, un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha reconocido que "
Guenael Rodier, del departamento europeo de enfermedades transmisibles de la OMS admite que "es muy difícil encontrar al responsable de una infección alimentaria de este tipo".
Las razones son varias, pero sobre todo se debe a que se empieza a buscar tarde, ya que el periodo de incubación lleva unos días, los análisis de laboratorio otros tantos y, para cuando las autoridades reaccionan, el lote de productos responsable puede que ya esté fuera de circulación.
Los equipos de científicos trabajan a contrarreloj en Alemania analizando muestras de alimentos en busca del origen de la agresiva cepa de 'E. coli' y seguirán indagando durante semanas, pero son conscientes de que el final puede ser frustrante y que quizás nunca sepan con seguridad cuál fue el culpable. "En la mayoría de los casos en estos brotes nunca identificamos realmente la fuente", señala Brendan Wren, profesor de microbiología de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
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