Agentes de la Policía Nacional adscritos a la UCRIF de la Brigada provincial de Extranjería y Documentación han detenido a cinco personas como presuntos autores de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y otro de pertenencia a Grupo Criminal. Dos de ellos también están acusados de presuntos abusos sexuales. Los cinco arrestados, identificados como Alexandro A. georgiano de 48 años de edad, Aleksejs R. letón de 32 años de edad, Olga R. esposa del anterior e igualmente letona de 25 años de edad; Fernando C. de guinea Bissau de 50 años de edad y Felipe M. español de 30 años, han pasado ya a disposición judicial.
La investigación comenzó cuando una mujer, «Valeria» (nombre ficticio), se presentó en la Jefatura Superior de Policía de Palma para denunciar que había sido captada a través de Internet mediante unos anuncios en los que se prometía un estupendo puesto de trabajo como bailarina de Strip-tease en prestigiosos clubs de Mallorca, donde podría ganar hasta 1.500€ semanales tan solo por bailar. En el anuncio se informaba que no se requería mantener relaciones sexuales con los clientes, y además se prometía alojamiento en un apartamento de playa por un precio muy reducido.
Las condiciones para optar a la oferta eran muy simples: tener entre 18 y 30 años de edad, aspecto agradable, unos conocimientos mínimos de inglés, deseo de trabajar y de ganar dinero. Tras contactar «Valeria con «Alexei» (Aleksejs) a través de la dirección de correo y teléfono facilitados en los anuncios, y aceptar el trabajo, la denunciante viajó hasta Mallorca aceptando como anticipo el pasaje de avión.
Una vez en Mallorca «Valeria» se encontró con «Alexei» y con un amigo de éste al que presentó como «Alex» (Alexandro). Ambos la trasladaron hasta un chalet de la zona de Calvia, donde estuvo residiendo durante algún tiempo en compañía de «Alex», sin que comenzase a trabajar en club alguno y viéndose presionada por «Alexei» para mantener relaciones sexuales con él. Como quienes la habían traído a Mallorca no le daban dinero alguno tuvo incluso que pedir a su familia.
Al cabo de un tiempo, «Alexei», le ofreció su primer trabajo como bailarina en un club de Calviá donde apenas entraban clientes y de la escasa cantidad que ganaba bailando «Alexei» se quedaba con la mayor parte. Posteriormente la llevaron a un segundo club donde le presentaron al propietario y antes de contratarla le pidió que le hiciera en privado un «Lapdance» (baile erótico). Tras el baile, mantuvo una relación sexual con él, presionada por su frágil situación.
Antes de trabajar en este nuevo club «Valeria» fue alojada en un apartamento facilitado por «Felipe», empleado a sueldo de «Fernando» por el que en un principio le iban a cobrar 400€ al mes, aunque al cabo de un tiempo y cuando ella estaba asfixiada económicamente, le subieron el alquiler a 1300€ al mes.
Durante todo este tiempo, tanto «Alexei» como «Alex» y «Fernando» le decían constantemente que si quería ganar dinero de verdad tenía que mantener relaciones sexuales con los clientes, que era donde se ganaba mucho dinero y no bailando. En ese momento, «Valeria» se dio cuenta de que el verdadero negocio era el traer a Mallorca a chicas de países de Europa del Este o de la ex U.R.S.S. con falsas promesas de trabajo como bailarina, para dedicarlas a la prostitución tras un proceso de desgaste económico y psicológico que les dejara sin posibilidad de elegir más opción que aceptar este tipo de actividad.
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