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viernes, 17 de junio de 2011

CANADÁ | Disturbios en Vancouver ¿Un beso entre la violencia?


Agosto de 1945, una abarrotada Times Square de Nueva York y un marine que besa apasionadamente a una enfermera. La imagen 'Historia de un beso' ha dado la vuelta al mundo, pero ahora más de 60 años después le ha salido una dura competidora en Vancouver (Canadá).

¿Se están besando? ¿La está socorriendo? ¿Es un montaje? ¿Cómo es posible que hubiera amor entre tanta violencia? Los graves disturbios de hace dos días en Vancouver tras la derrota del equipo de hockey de los Canucks frente a los Bruins de Boston no sólo dejaron imágenes de violencia y destrucción, sino también una imagen que ha entrado ya en la historia de los misterios.

Una joven pareja, ajena a las cargas policiales, a las porras y al gas lacrimógeno aparece tumbada en medio de una calle en lo que parece ser una apasionado beso.

La fotografía ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, pero ni siquiera su autor Rich Lam, de la agencia Getty, puede asegurar si era un beso u otra cosa.

Según cuenta 'The Guardian', mientras Lam intentaba tomar imágenes de los disturbios vio a la pareja: "Yo estaba a unos 20 ó 30 metros de distancia y aparecieron en medio de la calle (...) No creo que alguno de ellos estuviera herido". Tomó varias imágenes del momento y entonces desaparecieron del encuadre de su cámara.

El fotógrafo explica cómo sucedió todo. En medio del caos, con coches ardiendo, la policía cargando contra los seguidores de los Canucks, con fuego en las casas del alrededor "me di cuenta que en medio del cordón policial yacían en la calle entre la policía antidisturbios y un espectacular incendio".

"En un primer momento no me di cuenta y fue mi editor más tarde repasando las imágenes cuando se percató de que no era una pareja herida sino que se estaban besando", explica el fotógrafo. Ahora bien, nadie saben quién son ni por qué lo hicieron.

Y es que la violenta noche no sólo imágenes de alterados prendiendo fuego a todo lo que pillaban o de policías cargando, la noche que vivió Vancouver dejó un sinfín de imágenes curiosas poco habituales en altercados de este tipo.

Gente posando frente a coches en llamas, jóvenes encendiéndose cigarros con el fuego de unas papeleras, hombres con las piernas de maniquíes tocando la guitarra... Vancouver se convirtió en un escáparate de arte urbano violento, donde sólo quedó el rescoldo de un beso en medio de la furia.


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